La Gran Muralla China es una antigua fortificación construida para proteger al Imperio Chino de los posibles ataques de los pueblos nómadas situados al norte. Esta impresionante construcción de miles y miles de kilómetros es, sin ninguna duda, uno de los emblemas más representativos del pueblo chino.
La Gran Muralla China tuvo una extensión de más de 21.195 kilómetros, aunque cada año se pierden algunos metros como consecuencia de la erosión y del escaso mantenimiento recibido en algunas zonas. Se estima que actualmente sólo se conserva un 30% de la Antigua Gran Muralla.
La altura de la Gran Muralla está comprendida entre los 7 y los 10 metros, que se conjugan con una anchura que varía entre los 4 y 5 metros.
Está construida en piedra caliza, granito y ladrillo cocido, en función de la zona, ya que transportar el material de un lugar a otro dificultaba mucho la tarea de construcción. Fue necesario un gran ejercito de personas para poder llevar a cabo semejante infraestructura.
La construcción de algunas tramos se dificultó en gran medida como consecuencia del fuerte viento que entonces soplaba. Con todo ello, las obras tuvieron una duración de más de 2.000 años, ya que comenaron en el siglo II a.C. y concluyeron en el año 1644.
Ya en la época moderna, en 1987, fue declarada Patrimonio Mundial de La Humanidad por la UNESCO y, en 2007, fue reconocida como una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
En la actualidad la Gran Muralla es un lugar turístico de referencia, siendo uno de los lugares más visitados del mundo. Las zonas más visitadas son rehabilitadas y reciben mantenimiento periódicamente.