El método Kaisen o mejora continua, promete potenciar la productividad

La metodología Kaisen se basa en emprender pequeñas acciones para lograr objetivos.

El método Kaisen o mejora continua, promete potenciar la productividad

Es común que demos vueltas y vueltas tratando de encontrar la forma más práctica de completar una tarea pendiente, y allí es donde entra en juego el método Kaizen, que en japonés significa “mejora continua”.  Esta metodología popularizada alrededor de los años 50, propone dejar de lado las actividades que no suman en la cadena productiva.

Ya hemos escuchado que si queremos ver resultados diferentes debemos actuar de forma distinta, y este concepto desarrollado por Massaki Imai a través del instituto que creó con el mismo nombre del método, plantea lograr objetivos de lo micro a lo macro; es decir, realizar tareas simples de forma prolongada repercutirá en cambios importantes y sostenibles a largo plazo.

El método no solo tiene que ver con el mejoramiento a nivel personal, sino que organizacionalmente es capaz de incrementar la productividad de una organización desde las finanzas, pasando por el marketing e incluso los inventarios.

Método Kaizen. Fuente: sdindustrial.com

¿Cómo aplicar el método Kaizen o mejora continua? 

Cuando comenzamos una nueva tarea estamos llenos de inspiración, sin embargo para continuar esta tarea de forma indefinida debemos apostar por la disciplina. Dividir los objetivos en pequeñas tareas hará que se cumplan los dos pilares fundamentales de este método como lo son, la gradualidad y la continuidad. 

El concepto Kaizen te dice que todo, absolutamente todo, puede llegar a ser mejorado, porque filosóficamente parten del concepto de que nunca nada está terminado y siempre se pueden hacer modificaciones positivas a cualquier cosa.

Es necesario entender que con este método podremos mantenernos enfocados en lograr los objetivos, sin caer en la desmotivación que muchas veces puede ser ocasionada por el deseo de querer hacer todo perfecto, y al mismo tiempo.

Este método se ha basado en 10 principios fundamentales:

1. Descarta los convencionalismos

2. Piensa positivo, no asegures que las cosas no pueden hacerse, tan sólo piensa en cómo lograrlo.

3. Aleja las excusas de tu vida. Utiliza tus vivencias pasadas como experiencias que te ayuden en el presente.

4. No repares en resolver un error de forma inmediata

5. Hacer las cosas, es más importante que hacerlas “perfectas”, no importa si esto implica lograr tan solo la mitad de tu objetivo por vez.

6. Tu creatividad es más importante que el dinero que inviertes en un proyecto

7. Si llegas a enfrentarte a la adversidad, aprovecha la sabiduría que ganas a través de ella.

8. Cuando trates de conocer el epicentro de un problema, prueba preguntándote el por qué, al menos cinco veces seguidas.

9. No pares de intentar lograr lo mejor cada día. Siempre es posible mejorar.

10. Acumular experiencias sabias de muchas personas, vale más que solo conocer la experiencia de una.

Beneficio de la aplicación de esta metodología

1. Erradica las inseguridades

Siempre da miedo iniciar algo nuevo, por lo general existe resistencia a un cambio importante cuando nos proponemos avanzar, porque aunque sabemos que esto será positivo, el miedo a lo desconocido puede desbordarnos. Sin embargo, si vamos de menos a más, los cambios serán menos drásticos y empezaremos a ver resultados con un bajo impacto de las acciones que nos podrían causar incomodidad.

2. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy

Hoy mismo, tú como individuo o como líder de empresa, puedes cambiar muchas cosas, simplemente haciendo algo. Sin embargo, el dejar algunas acciones para después siempre afecta la capacidad de avance y la productividad. Es por ello que este método propone la continuidad por encima del volumen de las acciones. Si quieres escribir un libro, no es necesario que hagas un capítulo por día, suficiente con escribir algunas palabras que tengan sentido para ti; ese día podrás avanzar hacia la tarea final.

3. No al efecto rebote de la vida

Dicen que una actividad realizada por un tiempo sostenido se hace parte de nuestra rutina, tanto, que luego es más difícil evitarla. La metodología Kaizen, mejora continua, pretende hacer que los resultados logrados paso a paso sean permanentes, no fugaces. El efecto multiplicador de las pequeñas acciones da paso a transformaciones duraderas y reales que nos acercan a ese viaje de ascenso y aprendizaje.

Algunos ejemplos prácticos

Como toda filosofía, el método Kaizen o mejora continua, tiene sus detractores. Algunos aseguran que debido a que los cambios son modestos, el proceso de visualizar las metas se hace bastante largo, sin embargo, queremos mostrarte algunos ejemplos corporativos para iniciar con este método:

• Establece metas: Planifica pequeñas acciones con tus empleados, se sentirán inspirados por los cambios logrados en colectivo y cómo estos hacen una gran bola de nieve al final del proyecto.

• Practica el orden: Que tu espacio de operaciones siempre esté limpio es una buena manera de iniciar pequeños proyectos.

• Comunica las dificultades: En breves conferencias, tu equipo de trabajo tendrá la oportunidad de manifestar cómo se siente con respecto al método y cómo pueden ayudarse con pequeñas tareas para sentirse más cómodos. 

En definitiva, la metodología Kaizen o mejora continua, puede revolucionar la vida de quien lo practica, haciéndolo un día a la vez. Para ello es importante preguntarse: ¿Qué resultados buscas conseguir con este método? ¿Qué mecanismos debes poner en práctica a fin de lograr tus resultados? ¿Cómo puedes dividir las grandes tareas para hacerlas digeribles y continuas?