Los TGV, Train à Grande Vitesse, son los trenes que pertenecen a la red de alta velocidad francesa, que circulan a una velocidad media de 300 kilómetros por hora, aunque su récord se sitúa en los 574,8 km/h.
Actualmente la red de alta velocidad francesa cuenta con un total de 2.036 kilómetros, aunque la red crecerá en los próximos años, ya que se encuentran en construcción y planificados muchos más kilómetros. En esta longitud se distribuyen un total de 200 estaciones.
La inauguración del primer Train à Grande Vitesse tuvo lugar en el año 1981, haciendo el trayecto París - Lyon, con un gran éxito, lo que provocó que actualmente París se encuentre conectado con varias ciudades de Francia y además cuenta con una red internacional que conecta este país con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Italia, Suiza y España.
El TGV batió su propio récord de velocidad por primera vez en el año 1990, con 515,3 kilómetros por hora, y lo superó en el 2007 con una velocidad de 574,8 kilómetros por hora. Esto no significa que sea el tren más rápido del mundo, ya que actualmente el tren de levitación magnética japonés supera esta velocidad, ya que ha logrado circular a 603 kilómetros por hora.