El Smart Building es un concepto que se engloba dentro de la conocida Smart City.
En líneas generales, una Smart City o Ciudad Inteligente es un sistema holístico que interactúa con el capital social y humano integrante de un núcleo poblacional, buscando soluciones basadas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) a distintos niveles de la configuración urbana, tales como las comunicaciones, las infraestructuras, la movilidad, el transporte o la edificación, dando así como resultado una mejor calidad de vida para sus habitantes y una gestión eficiente y sostenible de los recursos naturales y artificiales disponibles.
Dentro de esta “planificación tecnológica” en una Smart City, juega un papel destacado la eficiencia energética de la red del parque inmobiliario que integra la ciudad, de tal forma que este garantice un desarrollo eficiente para la ciudad. Este post recoge la contribución de las TICs al sector de la construcción en los espacios urbanos, factor de gran relevancia para que una ciudad pueda ser considerada como un ecosistema inteligente.
Imagen: stux (Pixabay)
La contribución del parque inmobiliario de una ciudad a la gestión inteligente de esta desempeña un papel esencial. Según el Banco Mundial, los edificios consumen una tercera parte de la totalidad de la energía empleada en el espacio urbano. Además, estos generan un 45% de las emisiones que tienen lugar en los núcleos urbanos.
El informe GESI (Global e-Sustanilibility Iniciative) 2015 señala que las Tecnologías de la Información y la Comunicación podrían reducir el equivalente a 2 gigatoneladas de CO2 en emisiones (ahí es nada) mediante servicios para edificios hasta el año 2030, tales como la gestión automatizada de la iluminación o los sistemas de refrigeración y calefacción.
En esta dirección, destacan dos nuevos conceptos, intimamente ligados al desarrollo de las Smart Cities:
1. Smart Building
Los Smart Buildings o edificios inteligentes son aquellos cuyas instalaciones y sistemas permiten una administración y control integrados y automatizados para aumentar la eficiencia energética, la seguridad y la accesibilidad.
El concepto de Smart Building es aplicable a todo tipo de edificios, tanto para su rehabilitación como para nuevas construcciones. La tecnología de edificación inteligente proporciona soluciones de detección y distintos tipos de software para controlar y optimizar los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) de un edificio, así como otros equipos mecánicos, iluminación, agua, seguridad y sistemas de seguridad, entre otros.
Imagen: Pixaline (Pixabay)
La monitorización y automatización inteligente de edificios es posible gracias al control remoto y centralizado de diferentes sistemas de HVAC y energía eléctrica. Generalmente, las soluciones de Smart Building vienen acompañadas de la provisión de hardware, una plataforma de eficiencia energética y servicios de valor añadido a través de informes y consultoría para reducir el consumo.
La siguiente tabla recoge algunas de las soluciones TIC para la reducción de emisiones de energía y GEI en edificios:
Fuentes: D. Torres. MSC, 2016 / EIA (IEA, 2016) / GESI(GESI, 2013)
Dado que la Estrategia de la Comisión Europea establece que en 2020 todas las viviendas de nueva construcción tendrán que tener un consumo de energía ‘casi nulo’, la tendencia de edificación que de seguro veremos en los próximos años pasará por un diseño inteligente de los edificios, para una gestión energética eficiente. Los sistemas de automatización de edificios y el desarrollo de modelos digitales para el hogar son actuaciones en línea para alcanzar la catalogación de Smart City en las distintas ciudades.
Ejemplo de un esquema de Smart Building. Imagen: Smart Cities Council (Smart Cities Council India, 2015).
2. Smart Home
A nivel interno de una vivienda, las TIC también juegan un papel relevante en la eficiencia energética. La domótica del hogar se encuentra en pleno proceso de desarrollo y su incorporación supone un control y automatización de la gestión eficiente e inteligente de una vivienda.
Imagen: geralt (Pixabay)
Dentro de las contribuciones de la domótica doméstica a la eficiencia, se incluyen, entre otras la posibilidad de gestionar inteligentemente el agua caliente, la iluminación, la climatización, o el uso de electrodomésticos aprovechando los recursos naturales y las tarifas horarias con menor coste. A continuación se exponen algunos de ellos:
Sistemas de climatización
Los sistemas de regulación ya son capaces de gestionar la climatización de la vivienda, teniendo en cuenta factores como la hora del día, la temperatura en el exterior, la situación geográfica o la orientación de la residencia y es capaz de hacer saltar un aviso cuando alguna ventana no se haya cerrado correctamente.
Imagen: Skitterphoto (Pixabay)
Electricidad
El ahorro en electricidad es otro de los hitos que ya es posible gracias a la domótica. Este puede llevarse a cabo mediante sistemas de iluminación eficientes que varíen en función de la luz solar, la ubicación de la vivienda o la presencia de personas. También mediante el control automático de mecanismos como toldos o cortinas que faciliten la entrada de luz solar sólo cuando sea necesario ayudando tanto al ahorro en la iluminación como en la climatización de la vivienda.
Control de electrodomésticos
El control inteligente de los electrodomésticos también tiene fuertes consecuencias en el consumo eléctrico. Un ejemplo de solución TIC que contribuye a mejorar la eficiencia energética en el hogar es el Termostato Nest de Google. Este consiste en un termostato electrónico, programable y de autoaprendizaje con Wi-Fi que optimiza la calefacción y la refrigeración de hogares y empresas para ahorrar energía.El termostato Nest controla de forma remota el la calefacción de la casa y el agua caliente e incluye una aplicación que permite cambiar la temperatura, verificar el historial de energía y recibir alertas en el teléfono inteligente del usuario.
Imagen: https://nest.com/es/
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