Hace unos días lanzamos una pregunta en relación a la herramienta que aparece en la imagen que abre este post, la cual decía lo siguiente: ¿Sabrías decirnos cómo se llama? Hoy os explicaremos para cómo y para qué se utiliza este enigmático utensilio. ¡No te lo pierdas!
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Como la inmensa mayoría de vosotros habéis demostrado saber, a este instrumento se le conoce por el nombre de Esclerómetro o Martillo Schmidt, en honor a su creador, el suizo Ernest Schmidt.
Se trata, pues, de un instrumento de medición no invasivo utilizado en ingeniería para la determinación de la resistencia a compresión del hormigón de forma rápida, aproximada en in situ. Veámos cómo funciona:
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Como puede observarse, se debe cargar de energía el émbolo interior del martillo presionando éste contra la superficie a evaluar. Al llegar a cierto nivel, prefijado por el aparato, un pequeño muelle soltará dicho émbolo, proyectándolo sobre la superficie de hormigón. Dependiendo de la duerza del elemento que se analice, la pieza interna rebotará en mayor o menor medida, arrastrándo consigo una guía que nos mostrará, finalmente, un valor adimensional que permitirá la comparación de resistencias estructurales.
En el caso de la imagen mostrada para la #EncuestaStructuralia, estamos ante un esclerómetro digital, aunque el aparato mecánico definido anteriormente es el comúnmente utilizado.
Imagen: DirectIndustry.
Evidentemente, son muchos los factores que intervienen en la medición (es necesario una superficie lisa, varía en función del operario, existe una ligera pérdida de energía por la deformación elástica del hormigón...), pero se trata de un método económico y versátil, por lo que su uso se extiende a lo largo de todo el planeta.