El sector de la ingeniería, al igual que cualquier otro, se enfrenta a una constante evolución para adaptarse a las nuevas necesidades que van surgiendo en la sociedad y en el panorama laboral. En la actualidad, esta evolución viene marcada profundamente por la industria 4.0 y digitalización de las empresas.
La era digital trae consigo nuevas herramientas, procedimientos y metodologías llamadas a revolucionar los entornos de trabajo de las empresas de ingeniería y los equipos de profesionales técnicos han de estar siempre listos para adaptarse y sacarle el máximo partido a estas. En este post, te contamos 5 importantes desafíos a los que deberán hacer frente las empresas de ingeniería en el futuro más inmediato del sector.
Podríamos decir que la integración en los entornos digitales de trabajo es uno de los principales y más abruptos retos de la ingeniería. Ante las grandes ventajas que supone la digitalización, las empresas tradicionalmente gestionadas de manera no digital están condenadas a ir desapareciendo de manera progresiva.
El mayor desafío de las empresas de nuestro sector es conseguir integrar de manera coherente la tecnología en el ecosistema de trabajo de la empresa manteniendo su nivel de eficiencia e incluso, de ser posible, aprovecharlo para optimizar la competitividad y el rendimiento.
La necesidad de implantar BIM en las empresas del sector de la ingeniería es cada vez más imperiosa, especialmente en aquellas directamente relacionadas con la construcción, la edificación y la gestión de proyectos de base técnica. Recordemos que la legislación ya prevé el establecimiento como obligatoria de la metodología BIM para proyectos públicos en países europeos como España, Francia o Alemania. Y es solo cuestión de tiempo que también que su implantación se fije en Latinoamérica, en donde nos encontramos con que su uso es aún incipiente.
Sin embargo, la implantación de BIM en una empresa va mucho más allá de la mera adopción de un software de trabajo. Para ser exitosa, la implantación de esta metodología ha de realizarse a todos los niveles y no debe basarse únicamente en los medios tecnológicos, sino también en los comportamientos de los equipos de trabajo. Será necesaria, por tanto, una adaptación de todos los mandos y empleados en base a un plan de actuación bien detallado con reformas de profundo calado en la organización y los entornos, formas, y actuaciones de trabajo.
Las infraestructuras inteligentes son el futuro de la construcción. Incorporar las diferentes tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la eficiencia energética, funcionalidad y comodidad de edificios, carreteras, estaciones de tratamiento de agua o infraestructuras energéticas es un hecho que se sitúa al orden del día.
Pero el desarrollo de infraestructuras inteligentes supone un gran reto para las empresas tradicionales, al que solamente podrán hacer frente si disponen de ingenieros y arquitectos debidamente formados y experimentados en las nuevas tecnologías aplicables a la construcción. Sólo bajo el conocimiento en profundidad de estas herramientas y sus posibilidades se podrán diseñar infraestructuras funcionales y eficientes.
Más allá de BIM, existen una serie de herramientas tecnológicas cuyo empleo puede suponer grandes posibilidades de mejora de la eficiencia en los proyectos. Este es el caso, por ejemplo de los robots pone-ladrillos, los sensores incorporados a las infraestructuras inteligentes, los drones empleados en auscultación de terrenos e infraestructuras o las impresoras 3D que ya construyen casas y puentes.
La tecnología ha venido a hacernos la vida más eficiente y cómoda en todas sus facetas, y los ingenieros tenemos todo el derecho a emplearla en nuestros proyectos para tal fin. Pero, como todo gran derecho, esta conlleva una gran responsabilidad de ser usada de forma adecuada y, sobre todo, de ser “exprimida al máximo” para aprovechar todo su potencial.
Como ya imaginarás, tanto BIM, como las nuevas herramientas tecnológicas y el desarrollo de infraestructuras inteligentes requieren de profesionales con formación y conocimientos acordes a ellos. Ante este escenario, las empresas pueden optar bien por incorporar perfiles junior con conocimientos básicos en nuevas tecnologías, los cuales deberán ser ampliados y enfocados a las necesidades de la empresa mediante formación especializada, o bien adaptar la formación de los perfiles senior al mundo digital, en cuyo caso el reto principal de la compañía será el establecer un plan formativo adecuado a tal fin.
Hemos visto como, ante cualquiera de los retos mencionados, la formación de los profesionales es una pieza fundamental. No dejes pasar la oportunidad de ofrecer a tu equipo la posibilidad de adaptar sus conocimientos a la nueva era… ¡los resultados te lo agradecerán!