6 pasos para aplicar un paradigma ágil

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Scrum, XP o Kanban son solo algunas de las metodologías que permiten a las organizaciones ejecutar sus proyectos en base a las modificaciones que vayan surgiendo. Y todas ellas conforman un nuevo paradigma 4.0 que está revolucionando la transformación digital del panorama empresarial.

De hecho, varias multinacionales de distintos sectores, como Amazon, Inditex o Google ya aplican una lógica basada en este tipo de gestión. ¿Y tú? ¿Estás preparado para sumarte al agilismo?

Cómo implantar el agilismo

En este sentido, te mostramos por dónde empezar a aplicar este enfoque ágil a la hora de formar parte de un proyecto en el campo de la Ingeniería:

1. Decidir el tamaño y el formato de la información

La información debe circular de la forma más abierta posible dentro de un proyecto ágil. Y para ello. Como radiadores de esos datos se utilizan paneles en un formato visible y disponible para todas las partes del proyecto.

No siempre se requieren herramientas de software, sino que basta con la disposición ordenada de tarjetas de distintos colores para facilitar la interpretación de las tareas. Lo más habitual es organizar la información por filas y columnas para disponer a la izquierda de las tareas o requisitos prioritarios y a la derecha las acciones que se dejan para más adelante.

2. Dividir el proyecto en partes

En el caso de que el proyecto ágil cuente con un gran número de implicados habrá que trabajar con equipos de trabajo pequeños. Eso sí, es indispensable que exista coordinación entre los subproyectos de la división para su ejecución global.

3. Organizar la ubicación de los paneles

En cuanto a la ubicación del panel, esta puede ser física, virtual o una combinación de ambas. En el primer caso, este debe estar situado en la misma sala donde trabaja el equipo. En cambio, en un entorno virtual, los paneles deben estar integrados en alguna herramienta de software aunque también estén reproducidos en las ubicaciones físicas de cada grupo de trabajo.

4. Convocar una reunión de Retrospectiva

Organiza esta reunión en los radiadores de información al final de cada iteración. De esta forma, se pueden compartir las ideas de mejora, aquellas cosas que se deberían hacer más o las que se deberían eliminar. De hecho, existen versiones con gráficos que representan los aspectos positivos, negativos, las novedades y los problemas sin resolver.

5. Valorar la eficiencia de la comunicación

El enfoque ágil valora la conversación cara a cara sobre las demás. Por tanto, el orden de las alternativas de comunicación debería ser el siguiente:

  • Documentos: no permiten ninguna interactividad ni interpretación del tono.

  • Audio grabado: se puede escuchar el tono de voz.

  • Conversación por email: tiene interactividad, pero se limita al texto.

  • Conversación telefónica: es interactivo y permite escuchar el tono de voz, aunque no el lenguaje corporal.

  • Conversación por vídeo: tiene las mismas ventajas que la presencia física.

  • Conversación cara a cara: es la modalidad más rica.

  • Conversación cara a cara con un tablero o pizarra: se van plasmando ideas organizadas o en forma de borradores de trabajo sobre un radiador de información.

6. Comprobar el rendimiento del equipo de trabajo

Hay que tener en cuenta que las ganancias se pierden y las pérdidas se acumulan. En este sentido, el agilismo aboga por que el rendimiento se aproveche para cubrir las posibles pérdidas.

Ahora que ya conoces los pasos para aplicar las metodologías ágiles, ¿a qué esperas para formarte en este ámbito?

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