Las carreteras solares están compuestas por paneles fotovoltaicos y ya se están comenzando a instalar en algunas carreteras de diferentes lugares del planeta, trayendo consigo numerosas ventajas. Además, estos paneles también pueden instalarse en calles, caminos peatonales o estacionamientos al aire libre.
Estos paneles solares están fabricados en vidrio de alta resistencia, siendo capaces de soportar las elevadas cargas de los coches, camiones pesados, e incluso, máquinas. Este vidrio tendrá un alto coeficiente de fricción para evitar que sea resbaladizo, ofreciendo la posibilidad de que los vehículos puedan circular y detenerse en las mismas condiciones que en una carretera de asfalto convencional.
Esta energía obtenida, podría ser utilizada para cargar vehículos eléctricos mientras están en circulación. Pero además, su implantación incluiría otras ventajas como, por ejemplo, salvar la vida de muchos animales, ya que podrían colocarse sensores que avisaran de su presencia.
Este material es capaz de soportar temperaturas extremas, lo que en la actualidad provoca problemas de baches en carreteras. En caso de fallo o rotura, estos paneles son fáciles y rápidos de sustituir.
Un ejemplo de este tipo de proyecto consiste en la instalación de estos paneles fotovoltaicos en carreteras francesas. Cuando este proyecto se lleve a cabo, se generará suficiente energía eléctrica para abastecer a 5 millones de personas en este país.