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Ventajas de usar la clasificación de inventarios ABC

Escrito por Structuralia | 16-ene-2024

Publicado originalmente el 28 de enero de 2022, actualizado el 16 de enero de 2024.

¿Sabías que la clasificación de inventarios ABC ayuda a mejorar los procesos operativos y a reducir costes? Descubre cómo.

Ventajas de usar la clasificación de inventarios ABC 

La gestión eficiente de un almacén es esencial para la mayoría de las empresas, ya que almacenan una variedad de productos que deben ser ubicados y gestionados en función de su importancia y otros criterios relevantes. La organización y el orden desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento de una empresa que maneje inventario.

En este sentido, la clasificación de inventarios ABC resulta fundamental para una óptima administración de los recursos, ahorro de tiempo y dinero, y la automatización de determinadas tareas. En este artículo, te guiaremos a través de los conceptos fundamentales de esta metodología y su aplicación efectiva en la gestión de inventarios.

¿Qué es la clasificación de inventarios ABC?

La clasificación de inventarios ABC es un método que permite priorizar las mercancías más importantes de un almacén basándonos en el valor que aportan y los beneficios que se obtienen con ello. De esta manera, se clasifican los elementos no por volumen o cantidad, sino por el gran aporte económico que deja a favor de la empresa.

Esta clasificación surge en base del principio de Pareto o la regla del 80/20, en la que se indica que con un 20% de esfuerzo continuo es posible obtener un 80% de los beneficios. Es decir, que el buen manejo de los productos permite obtener grandes resultados.

Ventajas y desventajas de la clasificación de inventarios ABC

La principal ventaja de la clasificación de inventarios ABC es la forma en la que se organizan y se priorizan las mercancías y sus respectivas funciones.

  • Se agilizan los procesos operativos y todo lo relacionado con el almacén se convierte en una labor más ágil, productiva y sin retrasos.

  • Se obtiene un mejor manejo del inventario. En otras palabras, hay un mayor conocimiento sobre los productos existentes y los que se han agotado, de manera que se evitan las búsquedas innecesarias. 

  • Al tener claro cuáles son los productos más prioritarios del negocio, es posible centrarse en los que requieren un nivel de seguridad más avanzado y en cuáles se puede minimizar la inversión monetaria

  • Teniendo todo esto en cuenta, solo queda reorganizar las operaciones y recursos del almacén, a fin de que el servicio y los tiempos de espera en búsqueda de mercancía disminuyan notablemente. Con esto, la preparación y las entregas serán más eficientes.  

No obstante, aunque resulta de gran utilidad, también hay que mencionar algunas desventajas que deberías tener en cuenta antes de implementar este procedimiento en tu empresa:

  • Simplificación excesiva: divide los productos en solo tres categorías, lo que puede ser demasiado simplista en algunos casos. Y, además, pueden ser difíciles de cambiar, pudiendo generar decisiones ineficientes a largo plazo.

  • Costos de implementación: hay empresas en las que puede no ser rentable.

  • No tiene en cuenta las tendencias de la demanda ni los factores externos: al estar basada en datos históricos, no responde a los posibles  en la demanda. Tampoco tiene en cuenta factores del mercado, regulaciones o variaciones de precios.

  • Enfoque en costos, no en valor: se centra en los costos en lugar de en el valor estratégico de los productos.

  • Riesgo de obsolescencia: los productos de categoría C pueden volverse obsoletos si no se realiza un seguimiento adecuado.

¿Cuáles son los tipos de ABC?

La clasificación ABC permite a las empresas priorizar su gestión de inventario, centrándose en los productos más importantes (categoría A) y asegurándose de mantener el almacén en niveles adecuados. Mientras que los productos de categoría C pueden requerir una gestión más sencilla, ya que tienen un impacto mucho menor en los resultados.

Para aplicar la clasificación de inventarios ABC, existen tres categorías que indican la prioridad de almacenaje según su característica, veamos en qué se diferencian.

Fuente de la imagen: BP Blog Post

1. Clasificación A

Según las reglas básicas de almacenamiento, las A conllevan aquellos productos más usados o que tienen mayor rotación e importancia. Además, la empresa ha realizado una inversión superior sobre estos, por lo que son la mayor fuente de ingresos monetarios. Lo idóneo es inventariar periódicamente para calcular la rotación de stock y saber con qué frecuencia debemos reponer ciertos productos.

2. Clasificación B

Incluye aquellos productos que tienen una rotación media que, aunque poseen un flujo continuo en el mercado, cuentan con menos relevancia que los de la clase A. Así mismo, en las estanterías de un almacén se encuentran a una altura intermedia donde no ocupan los primeros lugares, pero tampoco son los invisibles.

3. Clasificación C

A pesar de que son productos muy numerosos, son los que menos rotan en el mercado, los que poco buscan los clientes. Se encuentran ubicados en la parte más alta o de difícil acceso. Por eso requieren continua vigilancia de manera que no se conviertan en un inventario obsoleto.

Ejemplos de la clasificación de inventarios ABC

Por lo general, este sistema se emplea para clasificar productos en función de su valor dentro del inventario. A continuación, te mostramos tres ejemplos de clasificación de inventarios ABC:

1. Ejemplo en una tienda minorista

    • Categoría A: los productos de alta rotación y alto valor, como productos electrónicos de gama alta o joyería.

    • Categoría B: productos de rotación moderada y valor medio, como ropa de marca o aparatos electrónicos.

    • Categoría C: productos de baja rotación y menor valor, como complementos o productos de temporada. 

2. Ejemplo en un almacén de manufactura

    • Categoría A: materias primas indispensables para el proceso de fabricación.

    • Categoría B: materiales secundarios o piezas menos importantes, pero que siguen siendo necesarias en el proceso.

    • Categoría C: materiales cuyo valor es bajo o que se emplean de forma ocasional en la producción.

3. Ejemplo en una farmacia

    • Categoría A: fármacos de precio elevado y que tienen una alta demanda, como tratamientos para enfermedades crónicas.

    • Categoría B: fármacos de demanda moderada y precios medios, como antiinflamatorios comunes.

    • Categoría C: fármacos más baratos y menos solicitados, como productos para alergias estacionales.

En resumen, la implementación de la clasificación de inventarios ABC proporciona grandes beneficios, ya que es posible estar al tanto de lo que sucede en el almacén y la rotativa comercial.

Al principio puede resultar algo complicado de entender, por lo que Structuralia ofrece la posibilidad de adquirir los conocimientos necesarios en este terreno. Por ejemplo, a través del Máster en Metodologías Ágiles y Transformación Digital. ¡Una excelente oportunidad para mejorar nuestro perfil y optar a mejores oportunidades laborales!