Los paneles solares fotovoltáicos son, a día de hoy, la apuesta renovable del sector de la edificación. Pero no es la única alternativa... veámos, a continuación, cómo implementar un sistema de energía eólica en un edificio.
Hasta la fecha, la fuente de energía renovable más utilizada en entornos urbanos se ha materializado mediante el uso de placas solares en azoteas. De este modo, el uso de aerogeneradores en las grandes urbes ha resultado ser algo impensable hasta hace apenas unos pocos años, ya que sólo se contemplaba su utilización en emplazamientos despejados de obstáculos.
Minieólica sobre azoteas de edificios
De igual manera que se ubican las placas fotovoltáicas, podemos encontrar también pequeños aerogeneradores instalados sobre las azoteas de los edificios. Con ello, la altura a la que se debe situar el aparato para obtener una velocidad óptima del viento está asegurada. Cabe destacar que debe realizarse un completo estudio en el que se tengan en cuenta las cargas y vibraciones transmitidas por el generador, ya que no son despreciables.
Los aerogeneradores propuestos para esta aplicación son de pequeño tamaño, típicamente de menos de 5 kW de potencia. El ruido y las vibraciones son especialmente importantes, por lo que en los últimos años ha resurgido la implantación de aerogeneradores de eje vertical.
En cualquier caso, estamos ante una práctica poco probada y todavía está por demostrarse que la influencia del edificio no imposibilite la aplicación, debido a que reduzca tanto el potencial eólico y haga el flujo tan turbulento que los aerogeneradores no resistan las condiciones de trabajo impuestas.
Minieólica integrada en los edificios
En este caso, el edificio se diseña desde un primer momento para albergar la generación eólica, por lo que puede adoptar la forma necesaria para no sólo no disminuir el potencial eólico sino que podrá incluso aumentarlo, como sucede en el "Bahrain World Trade Center", uno de los edificios más altos de Baréin.
Lo que se busca es que la forma del edificio sea tal que favorezca la captación del viento. Aunque no es una idea nueva, pues ya los antiguos molinos intentaban aprovechar en su diseño el recurso eólico, son muy pocas las experiencias existentes en el mundo de edificios modernos de este tipo, aunque cada vez son más los arquitectos interesados. El tamaño de la generación eólica puede llegar a ser de hasta varios centenares de kilovatios, una potencia considerable.
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