Durante el desarrollo de una obra de ingeniería, es una práctica común por parte de la empresa encargada la subcontratación de determinadas tareas o partes (e incluso de la totalidad) del proyecto, bien sea por condicionantes técnicos, económicos o temporales.
Este tipo de subcontrataciones en España está regulada por la Ley 32/2006 de Subcontratación en la el Sector de la Construcción. En ella, se establece el marco legal de esta práctica, recogiendo, entre otras cosas, los requisitos exigibles a la empresa contratista y subcontratista, el reparto de responsabilidades o las condiciones legales de registro y documentación ante estas. A continuación, te contamos algunos de los aspectos más importantes de cara a la subcontratación en un proyecto de ingeniería.
Antes de iniciar cualquier procedimiento de subcontratación, será necesario asegurar en primera estancia el calado y magnitud de dicha operación. Es necesario llevar a cabo un estudio de los recursos y medios de los que dispone la empresa, así como del proyecto y todos los condicionantes externos: horizontes temporales, fases, presupuestos, etc.
Lo primero que hay que valorar es la capacidad que tiene nuestra propia empresa para hacer el trabajo, qué partes del mismo está en condiciones de ejecutar en base a sus recursos (por capacidad técnica, por tiempo o por política de empresa) y cuales se van a subcontratar. Esto debe venir definido por la dirección de la empresa, aunque se recomienda analizar a todos los niveles y hacer los comentarios y sugerencias que se estimen oportunos.
Todas aquellas partes del trabajo que se van a subcontratar han de regirse mediante un contrato entre la empresa responsable de la obra y la subcontratada. Este debe ser redactado de acuerdo a la normativa vigente, ya mencionada. Además, la empresa contratista, previamente a la firma del contrato, debe asegurar lo siguiente:
La única base válida ante un procedimiento de subcontratación es el contrato que se establece entre la empresa y el subcontratista. El responsable de la ejecución del proyecto debe revisarlo y comprobar que en él están recogidas todas las obligaciones básicas que se derivan del acto de la subcontratación. Del mismo modo, en el contrato se han de acordar los procedimientos de control por parte de la empresa contratista ante las actuaciones de la empresa subcontratista.
Una vez acordadas todas las condiciones y firmado el contrato, la empresa subcontratista ha de responsabilizarse de la ejecución de la parte subcontratada, cumpliendo las clausulas estipuladas. En esta fase deben tenerse en cuenta principalmente la distribución de responsabilidades entre ambas empresas:
Una vez finalizados los trabajos recogidos en el pertinente contrato, se concluye la subcontratación. Para ello, será necesaria la “entrega” oficial a la empresa contratista por parte de la empresa subcontratante de aquella parte del proyecto encomendada a ella. Para cerrar el proceso de subcontratación, se firmaría la conclusión del contrato por ambas partes.