Como ingeniero, es seguro que ya conoces, al menos a grandes rasgos, en qué consiste la metodología de trabajo BIM para proyectos, así como sus extensas aplicaciones y grandes ventajas en el campo de la construcción de infraestructuras y la edificación.
La metodología BIM está causando una auténtica revolución en el panorama actual del mundo de la ingeniería y la edificación. Entre otras cosas, ello se debe a que ofrece vastas alternativas de cara a la optimización de las diferentes fases de un proyecto. ¿Quieres descubrir estas alternativas? En este post te contamos todo lo que debes saber sobre optimización de proyectos mediante metodología BIM.
Optimización de los tiempos
Mediante la implementación de la metodología BIM para proyectos, los tiempos empleados tanto en fase de diseño, como de construcción quedan minimizados. Esto es así por varios motivos los cuales quedan detallados a continuación.
Optimización temporal en fase de diseño y planificación
El modelado en 3D como proyecto conjunto que ofrece BIM fomenta la interacción entre los distintos profesionales que toman parte en la el diseño de una infraestructura o edificio (ingenieros, personal técnico, contratistas, proveedores, clientes, etc). De esta forma, cualquier modificación o alteración del proyecto llevada a cabo por una de las partes es transmitida en tiempo real al resto, que siempre gozan de una “maqueta” con el proyecto actual. De esta forma, las modificaciones en fase de proyecto son mucho más ágiles.
Optimización temporal en fase de construcción
Otra de las ventajas que ofrecen BIM es la detección de incompatibilidades de proyecto. Supongamos, por ejemplo que una tubería planteada en proyecto no cabe en el lugar donde ha sido colocada o que se topa en el espacio con algún otro elemento de la infraestructura. Usando metodologías de trabajo tradicionales, este tipo de errores de planificación, los cuales son bastante comunes, eran comúnmente pasados por alto hasta el momento de la construcción. Entonces, debía buscarse una solución rápida que quizás no siempre era la óptima y que además obligaba a realizar parones en diferentes partes de la construcción. Mediante el uso de BIM, todos estos errores quedan subsanados desde la fase de proyecto, por lo que la fase de construcción se realiza de forma más rápida.
Optimización de los recursos y disponibilidad de los materiales
La metodología BIM para proyectos ofrece una planificación detallada de la fase de construcción, incluyendo un control exhaustivo de los ciclos constructivos que se ajusta de manera bastante fiel a la realidad. Ello, unido al hecho de que en fase de construcción siempre es posible disponer en tiempo real de una “maqueta” de la estructura ya construida y compararla con aquella de la “construcción estimada” para el mismo momento, facilita la planificación óptima para la disponibilidad de mano de obra, maquinaria, materiales y demás recursos justo en el momento en que estos sean necesarios.
De esta manera se evitan costes extra por acopios de materiales, alquiler de maquinaria o contratación de mano de obra no necesarios.
Optimización económica
La optimización de la dimensión económica de un proyecto viene de la mano de las dimensiones previamente mencionadas. Es obvio que una obra en la que el tiempo y los ciclos constructivos, así como la disponibilidad de recursos están ajustados a demanda es una obra más económica que si todas estas características no se dieran. Comprensiblemente, una obra más corta supone un coste menos, pero además ¿te has parado a pensar, por ejemplo, en cuánto puede costar el alquiler de una tuneladora o de una grúa o la contratación de personal técnico especializado en un área determinada? Demasiado para que estén parados, ¿verdad?
Optimización de la gestión y mantenimiento
Por último, pero no por ello menos importante, debemos mencionar que la fase de gestión y mantenimiento de una infraestructura también puede ser optimizada mediante el uso de la metodología BIM para proyectos. Esta otorga facilidades en el seguimiento del ciclo de vida, gracias a que la base de datos del modelo recoge todas las características y periodos de vida útil de los distintos materiales, dispositivos e instrumentos incorporados a un edificio o infraestructura, tales como puede ser las turbinas de una central hidroeléctrica o los motores de un aerogenerador.