¿Qué está pasando con la desertificación del suelo en el planeta qué y podemos hacer al respecto?
La desertificación del suelo. ¿Qué tan grave es el problema?
La desertificación del suelo es uno de los problemas ambientales más importantes a los que nos enfrentamos en la actualidad. Durante los últimos años, hemos sido testigos de un aumento en la frecuencia e intensidad de las sequías en diferentes partes del mundo, lo que ha llevado a la degradación de los suelos y a la desertificación de vastas áreas de tierra, por lo que vale la pena traer a colación una temática tan importante para nuestra comunidad de ingenieros y arquitectos.
La desertificación no sólo tiene un impacto negativo en el medio ambiente, sino también en la economía y en la calidad de vida de las personas que dependen de la tierra para subsistir. La pérdida de la capacidad del suelo para sostener la vida vegetal y animal puede llevar a la pérdida de cultivos y a la disminución de la producción de alimentos, lo que puede tener graves consecuencias para las comunidades locales y para el mundo en general.
La desertificación de los suelos y el origen del problema
La desertificación es el proceso por el cual un suelo fértil se convierte en un desierto árido e improductivo, debido a la degradación del suelo y a la disminución de la calidad del agua. Este proceso se produce principalmente por la sobreexplotación de los recursos naturales, como la deforestación, el sobrepastoreo, la agricultura intensiva y el uso no sostenible del agua. Además, los efectos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones, también pueden agravar la desertificación y acelerar el proceso de degradación del suelo. La combinación de estas causas puede tener consecuencias devastadoras para el medio ambiente y para la economía de las regiones afectadas. Por ello, es necesario tomar medidas urgentes para combatir la desertificación y preservar la salud de nuestros suelos.
En España, el 74% del territorio se encuentra en riesgo de desertificación. Agroclm
Impacto de la desertificación de los suelos
La desertificación del suelo tiene un impacto significativo en la sociedad y en la economía. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la desertificación afecta a más de 2 mil millones de personas en todo el mundo, y 1.500 millones de personas dependen directamente de la tierra degradada para su subsistencia. Además, la desertificación y la degradación del suelo tienen un costo económico anual estimado en 42 mil millones de dólares, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La pérdida de la productividad agrícola es una de las consecuencias más graves de la desertificación. Según la FAO, la productividad de las tierras degradadas es un 40% menor que la de las tierras saludables, lo que reduce la producción de alimentos y aumenta el riesgo de hambrunas y crisis alimentarias. Además, la desertificación puede provocar la pérdida de biodiversidad y la extinción de especies animales y vegetales.
Es importante destacar que las regiones más afectadas por la desertificación son aquellas con mayor pobreza y vulnerabilidad social. Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), el 86% de la población rural de los países en desarrollo vive en zonas donde la desertificación es un problema grave o muy grave. Lo que nos indica la urgente necesidad de tomar medidas para combatir la desertificación del suelo y proteger la salud de nuestros ecosistemas.
El futuro del planeta
A pesar de la gravedad de la situación, hay razones para ser optimistas en la lucha contra la desertificación del suelo. Los avances en la investigación y la tecnología están permitiendo el desarrollo de nuevas técnicas de agricultura sostenible, la rehabilitación de tierras degradadas y la gestión del agua de manera más eficiente.
Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), se espera que se rehabiliten un total de 50 millones de hectáreas de tierras degradadas para el año 2030, a través de la implementación de prácticas sostenibles de gestión del suelo y el agua. Además, la adopción de prácticas agrícolas y forestales sostenibles y el uso de tecnologías como la agricultura de precisión y la irrigación inteligente pueden aumentar la productividad agrícola y mejorar la calidad del suelo.
Gran aumento del índice de sensibilidad a la desertificación del suelo en parte de Europa entre 2008 y 2017. Europa.eu
En conclusión, debemos destacar que la lucha contra la desertificación del suelo requiere la cooperación de los gobiernos, las empresas y la sociedad en general. La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) insta a los países a tomar medidas para proteger y rehabilitar la tierra degradada, y a fomentar la participación de las comunidades locales en la gestión sostenible del suelo y el agua. Solo a través de un compromiso colectivo y una acción decidida podremos preservar la salud de nuestros suelos y asegurar un futuro sostenible para todos.