El diseño conceptual es una parte fundamental de una buena planificación. Sea en la ingeniería civil o en el transporte, esta práctica es un aspecto importante. De su desarrollo y aplicación depende la creación de nuevas estructuras o rutas eficientes. Siempre tenemos que partir del papel antes de llegar a la realidad final. Así que, nada mejor que conocer este tipo de diseño.
Se trata de la primera fase del desarrollo de un nuevo producto, un edificio o una estructura, por poner algunos ejemplos. La razón de ser de este diseño es conseguir un concepto global y previo al resultado final. Se ofrece una información general, pero suficiente como para mostrar la viabilidad del diseño. Aún no se ha terminado por completo, por lo que es posible realizar cambios de diferente índole.
Si es suficientemente convincente, se dará luz para continuar con el proceso de desarrollo. En caso de una negativa, tendremos que volver a la mesa de diseño y realizar las modificaciones que nos hayan indicado. Aún hay tiempo para hacerlas.
También se podría realizar este diseño para solucionar algún problema que se plantea bajo unas especificaciones, requisitos y necesidades previas. Así, podemos comprobar que es posible resolverlas de forma adecuada, en un tiempo razonable y sin consumir demasiados recursos. En los másteres de ingeniería civil y transporte de Structuralia apostamos por enseñar cómo aprovechar y desarrollar esta fase de un proyecto.
A la hora de empezar el diseño conceptual no podemos actuar de cualquier forma. La parte inicial consiste en un resumen de lo que se quiere hacer. Este documento describe los objetivos que se pretenden cumplir y la metodología que se va a utilizar. Debe incluir también los requisitos. Además, es posible desarrollar una declaración de necesidades, en especial si el cliente nos la ha solicitado.
También es recomendable justificar de forma adecuada el proyecto, algo que requerirá información fundamental de la naturaleza del diseño y argumentos bien estructurados. Al fin y al cabo, estamos tratando de convencer de la viabilidad de lo que queremos realizar.
En caso de que sea una empresa quien esté elaborando el documento, es importante que incluya su papel dentro del proyecto. Esto servirá como justificante de su idoneidad y de que posee los conocimientos necesarios como para sacarlo adelante con buenos resultados. Asimismo, tenemos la opción de indicar cómo el diseño se incorpora dentro de una estrategia y qué beneficios podría conseguir. En definitiva, argumentos de peso y técnicos para convencer.
Este tipo de documentos son importantes y ofrecen diversas ventajas, en especial para los clientes. Estas son las principales:
En definitiva, el diseño conceptual es de una utilidad que no deberíamos despreciar. Sin su uso se podrían cometer errores irreparables en el futuro, por lo que merece la pena prestarle atención. Además, siempre podemos descartar y realizar uno nuevo.