Es un puente colgante encargado de conectar la localidad de Honshu con la isla de Awaji, separadas por el Estrecho de Akashi, en Japón. Se considera el portador de los cables más resistentes y pesados del mundo. El coste de su ejecución fue de 5.000 millones de dólares.
Antes de su construcción para ir de una zona a otra era necesario coger un ferri, una opción que con fuertes lluvias resultaba muy peligrosa y provocó el hundimiento de dos de estos barcos en 1955. El impacto mediático fue tan grande que se valoró la importancia de la construcción este tipo de estructura.
Tiene una longitud total de 3.911 metros divididos en tres tramos: el vano principal, que es el más largo del mundo con 1.991m, y los otros dos de 960m; y un ancho de tablero de 35,5 metros. El puente está dotado de dos cables 1.122 milímetros de diámetro y 290 cordones cada uno. Los materiales predominantes son el acero y el hormigón y se llegaron a involucrar en la obras unos 2.000 trabajadores.
La construcción de este puente comenzó en el año 1988 y tuvo una duración de 10 años. La primera alternativa que se planteó fue con el tramo principal de una longitud mucho más pequeña, pero en propuestas sucesivas su longitud fue aumentando y aumentando hasta llegar a la dimensión actual. En algún momento también se ideó para que fuera de uso mixto de ferrocarril y carretera, pero en 1985 se decidió que sólo se construiría una autopista.
En su diseño y construcción siempre se tuvo en cuenta que se encuentra en una zona donde se pueden producir tifones y sismos, por lo que la estructura está dimensionada de manera que puede soportar terremotos por encima del máximo de la escala de Richter. El riesgo de que se produzcan alguno de estos desastres naturales dificultó en todo momento la realización del proyecto. De hecho, en 1995, cuando el puente aun no estaba terminado experimento un fuerte terremoto que se producía en la isla de Honshu, pero el puente no sufrió grandes daños.