El túnel ferroviario de Seikan se encuentra cruzando el estrecho de Tsugaru, en Japón, y conecta las islas de Hokkaido y Honshu. Éste tiene una longitud de unos 53,9 kilómetros y es el túnel ferroviario más largo del planeta, hasta que se inaugure el túnel ferroviario de Base de San Gotardo en pocos años.
Dispone de dos estaciones: Tappi-Kaitei Station y Yoshioka-Kaitei Station, que sirven como vías de escape en caso de que un incendio u otro imprevisto pueda poner en riesgo vidas humanas. El túnel se encuentra construido a una profundidad de más de 240 metros por debajo del mar.
Esta maravilla de la ingeniería civil japonesa tiene una longitud de casi 54 kilómetros y cuenta con un tramo submarino de 23,5 kilómetros. La decisión de la construcción de este túnel se tomó en 1954, cuando un tifón hundió 5 transbordadores, cobrándose la vida de miles de personas que intentaban llegar de una isla a otra.
El túnel Seikan lleva estando operativo desde el año 1988. Su construcción, que tuvo una duración de más de dos décadas, tuvo un coste de 3.600 millones de dólares, presentando una gran complejidad debido a la poca uniformidad del suelo del estrecho en una zona de alta actividad sísmica.
Actualmente, el túnel sigue estando operativo, aunque el avión ha comenzado a ser una opción más accesible para las personas que deciden desplazarse de una isla a otra.