La ciudad de Brookfield, en Estados Unidos, es conocida por su puente flotante en el Sunset Lake, que actualmente se encuentra en reparación. La antigua estructura de 37 años de antigüedad está siendo sustituida por otra con un novedoso sistema flotante.
Esta zona es transitada por personas que practican actividades pesqueras, o por aquellas que quieran disfrutar de un hermoso paisaje invernal, ya que en esa época del año el lago se encuentra cubierto de hielo. El primer puente para comunicar ambas orillas fue construido por Luther Adamas y sus vecinos, en 1820.
El que hoy es el único puente flotante al este del río Mississippi llevaba cerrado al tráfico de vehículos desde 2009, ya que la plataforma de madera sobre la que circulaban empezó a hundirse. El año pasado comenzó su rehabilitación y se prevé que estará terminado muy pronto. La intervención ha tenido un coste de unos 2,4 millones de dólares.
Esta vieja estructura ha sido eliminada para ser sustituida por una nueva consistente en pontonas unidas entre sí. Han sido transportadas en camiones, descargadas con la ayuda de una grúa y colocadas sobre una serie de vigas de acero. Estas pontonas se unen posteriormente con resina y los extremos se acoplan a los estribos de hormigón ejecutados in situ. Está previsto que la vida útil del nuevo puente alcance los 100 años gracias a esta nueva técnica de flotación con polímero reforzado con fibras.
Pero no es la primera vez que presenta problemas y ya ha sido rehabilitado en varias ocasiones: la primera en 1884, y la última en 1978, en la que se construyó sobre 380 barriles flotantes de plástico llenos de espuma de poliestireno y una cubierta de madera. El conjunto presentaba un deterioro notable lo que ha motivado la última rehabilitación.
Esta tipología de puentes se conocen también con el nombre de puente de pontón y fue elegida en este caso debido a que el lago es demasiado profundo como para usar pilotes u otra alternativa constructiva. De esta reparación se encarga Miller Construction.