El estribo de un puente es su elemento estructural en el que el tablero se apoya en ambos extremos. El estribo a su vez, se cimenta sobre el terreno y cumple las siguientes funciones:
Servir de elemento de transición entre la vía y el tablero
Colaborar junto con las pilas en la sustentación del tablero
Sujetar el terreno circundante impidiendo que éste último invada por derrame la zona de sombra del puente
Proteger a las tierras próximas al estribo de posibles efectos adversos por erosión del viento y/o el agua
El proceso constructivo depende de la tipología del estribo. En líneas generales las fases son:
Los estribos cerrados son los más comunes en puentes. Estos constan de un muro frontal sobre el que se apoya el tablero, que sirve también para contener las tierras. Se cimenta en el terreno natural y no sobre el terraplén, lo que permite disminuir el asiento que puede sufrir a largo plazo, que repercutiría en el tablero si éste fuese hiperestático.
Alzado y planta de un estribo cerrado.
Este tipo de estribo permite no verter tierras por delante de él si es necesario evitar invadir la vía inferior. Si existen edificaciones cercanas que no se quieran afectar se puede prolongar el estribo lateralmente mediante un muro en vuelta, que puede prolongarse todo lo que sea necesario. Estos muros en vuelta pueden disponerse formando un ángulo de 90º con el estribo, siguiendo la disposición del vial si el estribo es desviado, o formando un ángulo (en general de 30º) siguiendo el vertido del terraplén.
Sección tipo de un estribo cerrado.
Estos estribos de construcción se realizan para alturas superiores a los 5 metros, porque el espesor del dintel es importante y la dificultad constructiva es elevada. Los estribos abiertos siempre se completan con aletas en vuelta para que las tierras no invadan la zona de apoyos.
Alzado frontal y sección tipo de un estribo abierto.
Cuando es posible es vertido de tierras por delante del muro frontal, este puede ser aligerado mediante la disposición de un dintel o cargadero donde apoya el tablero, el cual se apoya a su vez en unas pantallas que transmiten las cargas a la cimentación, y sustituyen en parte al muro frontal con el consiguiente ahorro de material.
Otro tipo habitual de estribos cuando está permitido el derrame frontal es el de vigas durmientes o sillas cargadero sobre los terraplenes de acceso. Se emplean fundamentalmente en puentes con tablero isostático debido a que sufren descensos importantes.
Alzado frontal y sección tipo de una silla cargadero.
También pueden utilizarse para estructuras hiperestáticas cuando se colocan pilotes que se ejecutan una vez realizado el cargadero. Para ejecutar un estribo de este tipo es necesario respetar una distancia mínima al borde del terraplén, en general no menor de 2.5 metros. Se debe realizar una adecuada compactación del terraplén para evitar que los asientos diferidos en el tiempo que se produzcan no afecten a la funcionalidad de la estructura.
Cuando las tierras no pueden derramar por delante del alzado del estribo y el terreno tiene una tensión admisible muy baja, es muy deformable o no se pueden realizar excavaciones, se recurre a estribos de suelo reforzado o de tierra armada.
Este consiste en armar el material del terraplén con unas pletinas o “armaduras”, que pueden ser galvanizadas o de fibra de carbono colocadas normalmente al paramento frontal del estribo. Estas pletinas absorben por rozamiento con el terreno los empujes horizontales.
Alzado frontal de un estribo del tipo tierra armada.
El muro se complementa con las “escamas” de hormigón de forma cruciforme, a las que se conectan las armaduras. En la coronación del muro se pueden disponer o bien cargaderos que reciben las cargas del tablero en forma directa o si se trata de estructuras hiperestáticas. Lo más común es independizar el apoyo del tablero del muro de tierra armada colocando una pila-estribo por delante del mismo. La ejecución debe ser muy cuidadosa, para evitar las patologías que afectan a estos muros: descensos importantes, abombamiento del paramento exterior, etc.