Con 3 millones de kilómetros cuadrados de extensión y 1.200 millones de habitantes, India se enfrenta al mayor reto en la historia de su desarrollo y expansión económica y urbana. Se estima que más de 350 millones de personas migrarán a las ciudades en la próxima década, lo que significará una demanda sin precedentes de infraestructuras, viviendas y empleo.
El gobierno indio ha puesto en marcha un plan nacional para dar respuesta a esta inminente necesidad, dentro del cual se está llevando a cabo el mayor proyecto de infraestructuras de la región, el Corredor Industrial Delhi Mumbai, valorado en 80 mil millones de euros. El eje de este emprendimiento es un corredor ferroviario de 1.480 kilómetros de longitud dedicado principalmente al transporte de mercancías. Conectará las zonas industriales con las terminales portuarias y aeropuertos, desde donde expandirá el mercado de exportación.
India planea triplicar su volumen de exportaciones de 2010 para finales de 2017 y, en este sentido, el papel de Japón juega un rol protagónico, como principal comprador de productos electrónicos para su industria tecnológica.
El proyecto global incluye la construcción de una planta de generación de energía limpia con una capacidad de 4.000 megavatios, 3 puertos, 6 aeropuertos, miles de kilómetros de carreteras, y al menos 24 nuevas urbes planificadas para ser verdaderas ciudades inteligentes y sostenibles. La ciudad de Delhi se convertirá en un foco financiero y comercial, y Mumbai en puerto marítimo estratégico. A lo largo del corredor se instalarán 6 nodos industriales que derivarán en la creación de más de 3 millones de empleos.
India aspira a seguir las huellas de China, sabiendo que cuenta con una capacidad productiva y recursos suficientes para llevar a cabo la mayor expansión de su economía e infraestructuras de la historia.
