Estados Unidos aumenta su inversión en infraestructuras ferroviarias. Un país en el que solo el 5% de los trabajadores utiliza el transporte público, volcado al uso de carreteras y traslados aéreos, vuelve a apostar por los trenes de pasajeros y planea para 2016 inaugurar la línea que conectará Miami y Orlando en menos de tres horas.
El proyecto All Aboard Florida, con una inversión de 2.800 millones de euros, dotará a la península de un medio de transporte seguro, rápido y sostenible que ofrecerá una alternativa económicamente competitiva a más de 50 millones de viajeros. El nuevo tren de alta velocidad, que reducirá en un 30% el tiempo de traslado promedio, se plantea reducir el tráfico rodado en 3 millones de vehículos, con los beneficios asociados que esto reporta en términos medioambientales y económicos, al reducir el consumo de combustible y las emisiones de carbono, y disminuir el uso y los gastos de mantenimiento de carreteras.
El impacto medioambiental del proyecto se reduce al mínimo ya que de los 380 kilómetros totales de recorrido, 235 utilizarán vías existentes. Las obras se traducirán en la creación de más de 10.000 empleos y generarán beneficios para la economía de la región ya que el diseño, construcción, mantenimiento y operación de la infraestructura se financiará al 100% combinando deuda y capitales de origen privado, sin repercutir en dinero público o impuestos.
Las principales estaciones en el centro de Miami, Fort Lauderdale, Palm Beach y el Aeropuerto Internacional de Orlando se transformarán en focos de atracción alojando, además de intercambiadores de transporte, centros de negocios, hoteles, áreas comerciales y recreativas.