Inversiones en energías renovables, eólica, termosolar, geotérmica y energía solar fotovoltaica, alcanzaron los 310.000 millones de dólares en el mundo en 2014, un 16% más que el año anterior, gracias al tirón de Brasil, China y Estados Unidos y los parques eólicos marinos.
La lista la lidera China, que gastó 89.500 millones de dólares, un 32% más que el año anterior.
En Estados Unidos las inversiones aumentaron un 8% hasta los 51.800 millones de dólares.
Pero la subida más espectacular la registró Brasil, con un aumento del 88%, a 7.900 millones de dólares.
En cambio, las inversiones en Europa "pese al entusiasmo que suscita la energía eólica marina, están casi estancadas, con una subida de 1% a 66.000 millones de dólares", dijo BNEF en su comunicado.
Lógicamente, son los grandes proyectos de desarrollo de nuevas capacidades de energías renovables los que representan la mayor parte de estas inversiones (170.700 millones) .
Asimismo destacan las pequeñas instalaciones descentralizadas de producción energética, como los paneles solares instalados en los tejados de los edificios, y la investigación pública y privada y los proyectos de redes inteligentes.
La solar es la energía ganadora pues concentra más de la mitad de las inversiones, un récord, seguido por la eólica y las tecnologías innovadoras, como las redes inteligentes, reservas de energía, etc.
En cambio, las inversiones se contrajeron ligeramente en los biocarburantes (-7%) , la biomasa (-10%) y la pequeña hidroelectricidad (-17%) .
Prueba del interés por las energías limpias, las empresas especializadas han suscitado el interés de los mercados financieros. Sus acciones han registrado un nuevo máximo en siete años, a 18.700 millones de dólares, 52% más que en 2013, según BNEF.
Las emisiones de deuda verde (destinadas a financiar proyectos relacionados con el medio ambiente) , también tuvieron unos resultados en 2014 nunca vistos, con 38.000 millones de dólares, dos veces y media más que en 2013.
Pese a estos buenos datos, 2015 se anuncia incierto por la caída de los precios del petróleo, factor poco favorable a priori para las inversiones en renovables.
"El impacto de un petróleo más barato se resentirá más en el sector del transporte por carretera que en el de la producción de electricidad" , dice, no obstante, Michael Liebrich, director de BNEF, citado en el comunicado.