Las infraestructuras de transporte son fundamentales para el desarrollo económico, pero su construcción genera una barrera que impacta en gran medida en los sistemas naturales del entorno de la obra. Una de las medidas empleadas para minimizar la afección a los animales y aumentar la seguridad para los usuarios de la vía son los pasos de fauna, donde podemos encontrarnos con soluciones bastante curiosas.
Los pasos de fauna consisten en estructuras transversales a una vía que buscan reducir el efecto barrera que ésta provoca, facilitando los desplazamientos de los animales del entorno. De esta forma se reduce la mortalidad por atropello de los mismos a la vez que se consigue también un aumento de la seguridad vial. Estos pasos pueden ser elevados o realizarse bajo la infraestructura correspondiente.
Se ubican en obras lineales como autopistas, autovías o carreteras donde el volumen del tráfico es elevado, o en líneas de ferrocarril, ya que a menudo la construcción de este tipo de infraestructuras afecta al entorno de vida natural de algún tipo de fauna. La tipología y el diseño final de la estructura dependerán del grupo de animales para el que este diseñada. Los más comunes son mamíferos, anfibios, reptiles e incluso animales invertebrados cuyo desplazamiento se realiza a través del suelo.
La longitud de los pasos de fauna, también conocidos con el nombre de ecoductos o puentes verdes, ha de ser la mínima posible, por lo que la mejor alternativa siempre es construirlo de forma perpendicular. En España, por ejemplo, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente no recomienda pasos de más de 70 metros de longitud con anchuras comprendidas entre los 10 y los 60 metros.
Con el tiempo se siguen construyendo infraestructuras lineales en todo tipo de lugares, por lo que las medidas de protección a la fauna local han derivado en ocasiones a curioso pasos verdes para mantener los desplazamientos de las especies de la zona. Así nos encontramos estructuras tan singulares como un paso bajo una autopista en Kenia diseñado para elefantes, un paso superior para cangrejos en la Isla de Navidad por el que circulan 120 millones de ejemplares al año, o los pasos superiores para camellos construidos en el trazado del AVE La Meca – Medina en Arabia Saudita.