Un proyecto urbano que acogerá una ecociudad para 50.000 habitantes en la que no se pueden usar coches. Está diseñada por Norman Foster and Partners y cuenta con una superficie de más de 6.000.000 m².
Comenzó a construirse en el año 2008 con un característico muro perimetral vegetal, cuyo fin es el de proteger a la ciudad de la corrosión provocada por los fuertes vientos del desierto. Este megaproyecto debió estar terminado para el pasado año 2016, sin embargo, su conclusión se demorará hasta el año 2020.
Se trata de una ciudad 100% sostenible que persigue una vida sin emisiones de carbono ni de residuos, con el objetivo de liderar la producción y utilización de energías renovables, que ambiciona el autoabastecimiento en el horizonte.
La ciudad usará colectores de tubos evacuados (ETC) para calentar el agua y un sistema basado en la geotermia que también será utilizado para refrigeración de ésta. El proyecto trata de reducir al menos el 50% de consumo de agua por habitante (en relación al consumo del 2006 en los Emiratos Árabes) y lograr que el 100% del agua residual sea reutilizada.
La producción de energía correrá a cargo de paneles fotovoltaicos monocristalinos de capa fina, colocados en todos los tejados y en una gran extensión a las afueras de la ciudad, que generarán 380.000 MWh/año. También contarán con paneles cilindro-parabólicos, cuya Energía Solar de Concentración (CSP) generará 37.000 MWh/año; energía geotérmica de pozos de profundidad, que producirá 500.000 MWh/año; además de otros sistemas sostenibles de generación de energía.
A todo lo anterior hay que sumar la intención de reducir el consumo de energía. Esto se consigue gracias al diseño de los edificios (con chimeneas para captar vientos frescos) y de las calles (estrechas y orientadas en diagonal para aprovechar el efecto de las refrescantes brisas nocturnas y disminuir los efectos de la radiación solar directa), así como gracias a la mezcla de los usos del suelo (educativo, recreativo, residencial, comercial, de fabricación o de oficinas), que permitirán reducir los desplazamientos implicando un menor gasto energético y una reducción de las emisiones.
Otra de las características más llamativas de este megaproyecto es su gestión de la movilidad. Queda prohibido el uso de coches con motor de combustión, permitiéndose únicamente los desplazamientos a pie, en bicicleta o en uno de los tres tipos de transporte público diseñados específicamente para esta Smart City:
- Transporte rápido personal (PRT), constituye uno de los principales atractivos de la ciudad. Se trata de un servicio de taxis sin conductor, con servicio permanente y alimentado por células fotovoltaicas. El PRT ofrece una especie de cabina individual eléctrica que permite un recorrido máximo de 7 minutos, contará con 85 estaciones y funcionará 24h durante todo el año.
- Transporte por Rail Ligero (LRT), contará con 6 estaciones que cruzan la ciudad de Masdar y la conectará con el aeropuerto (situado a escasos 1.000 m) y la isla de Abu Dhabi (a una distancia de 25 km).
- Transporte de carga rápida (FRT), sistema automatizado y eléctrico para el transporte de alimentos y mercancías.
El primer edificio que se construyó fue el Instituto para la Ciencia y la Tecnología (además del Cuartel General de Masdar). Se trata de una universidad orientada a la investigación que tiene el propósito de atraer a jóvenes talentos de todo el mundo. Es por ello que los apenas 200 habitantes que en la actualidad residen en la ciudad son estudiantes. Se prevé que en los dos próximos años terminen las obras de 500 nuevos hogares y entren a vivir 3.000 vecinos. Además, en el primer trimestre del año saldrán a licitación dos bloques de viviendas para estudiantes, con unas 200 habitaciones, y un edificio de oficinas de 10.000 metros cuadrados.
Masdar no es el único megaproyecto de SmartCity, ya que existen por todo el mundo iniciativas sostenibles, de entre las que se pueden destacar el barrio BedZED en Londres o la ciudad Dongtan, en China.
