El proyecto Gansu Wind Farm es un desarrollo para la instalación de 100 parques eólicos al noroeste de China, en una zona desértica de gran potencial eólico. Una vez concluida la puesta en marcha de todos los aerogeneradores a finales de 2020, se transformará en la mayor planta de energía eólica del mundo, con una capacidad de generación de 20.000 megavatios.
La primera fase, que comenzó en 2009, alcanzó los 3.800 megavatios y consistió en la puesta en funcionamiento de 18 parques de 200 megavatios y otros 2 de 100 megavatios. Actualmente se encuentran en actividad 60 parques de 12.000 megavatios. En los próximos cinco años, y hasta que se finalice el proyecto, con un costo total estimado en 16.000 millones de euros y aproximadamente 2.700 turbinas de 750 kilovatios trabajando, se alcanzarán los 20.000 megavatios proyectados.
Para la coordinación de todos los parques se ha desarrollado un sistema de control que gestionará y aumentará al máximo la eficiencia energética y estabilidad de salida de la electricidad generada en las turbinas, entrada en la red de abastecimiento y posterior distribución. Cuando la red alcanza su máxima capacidad, se pierde eficiencia. Utilizando sistemas de almacenamiento y control, y monitorizando las condiciones de viento, la energía generada y las necesidades de alimentación, se puede sacar el máximo provecho de la instalación.
Algunas cifras que pueden ayudarnos a entender el significativo crecimiento que está experimentando la energía eólica en China y la magnitud que tiene el proyecto de Gansu: la capacidad total mundial instalada en el año 2014 fue de 370.000 megavatios. China representa un 30% de ese total y un 80% del asiático. Los 20.000 megavatios que alcanzará Gansu en 2020 equivaldrán casi al total de energía eólica instalada en España y duplicará al de América Latina.