Ayer lanzábamos la siguiente pregunta en Twitter y Facebook: ¿Por qué ha tenido que ser rehabilitado este puente? en relación con la imagen anterior. Os mostraremos a continuación qué daños ha sufrido dicha estructura, dando respuesta a nuestra #EncuestaStructuralia.
Concretamente, la imagen muestra el puente de la carretera N-340 a su paso sobre el Río Guadalfeo (Granada). Se trata de una estructura del ingeniero de caminos, canales y puertos Carlos Fernández Casado, realizada en el año 1945.
Con una longitud total de 111,5 m, divididos en 5 vanos de 22,30 m de luz cada uno, ha sido testigo del inexorable paso del tiempo. Su particular solución estructural, vinculando los diferentes tramos del tablero con apoyos a media madera, ha sido fuertemente deteriorada por las inclemencias de los agentes atmosféricos. Esto da solución a nuestra #EncuestaStructuralia, en la que os propusimos el fallo en los apoyos (opción C) como respuesta a la pregunta.
El problema reside en que se ha producido una prolongada y continua circulación de agua en las zonas de apoyos. Esto es debido, principalmente, a la ausencia de juntas de dilatación, al insuficiente sistema de drenaje y la aparición de grietas superficiales en el pavimento.
Esto provoca que, especialmente en los apoyos más extremos y expuestos, se presente una importante degradación del hormigón con unas características fisuras en 45º, provocadas por el exceso de tensiones sobre las medias maderas. Dichas grietas alcanzaban más de 15 mm de abertura, dejando las armaduras vistas y fácilmente corroíbles.
Suele ocurrir en la rehabilitación de puentes, y más por tratarse de una estructura tan antigua, que se desconoce si el acero definido en el proyecto fue el que realmente se utilizó en obra. Ante la falta de esta confirmación, se planteó su reparación mediante la reconstrucción total del armado en la sección de apoyo y del hormigón que lo recubre.
Las fases de rehabilitación del puente fueron las siguientes:
- En primer lugar se apeó la estructura para proceder al replanteo e hidrodemolición de la zona a reparar, dejando al descubierto las armaduras principales de la ménsula.
- Posteriormente, se reforzó la ménsula corta mediante un doble mecanismo de la armadura inferior. Por un lado, se consideró que la mejor solución para estas barras era su corte y disposición de manguitos mecánicos que empalmasen con una nueva armadura de acero corrugado, garantizando de esta forma un anclaje más efectivo. Adicionalmente, se consideró necesario introducir el armado principal mediante 4 barras Ø20 de 500 MPa ancladas en la viga existente en una longitud de 1,50 m, que pasará a ser el mecanismo resistente principal del apoyo. Así mismo, para reforzar la zona de apoyo se dispusieron una serie de chapas de acero inoxidable que posibilitara la concentración de las cargas en la zona más adecuada.
- Por último, se procedió a reconstruir la junta de dilatación, asegurando su estanqueidad para lo que se instaló una solución de junta lo más impermeable posible: una junta elástica de mortero bituminoso, en la que previamente se preparó la superficie de apoyo mediante el sellado con una lámina estanca altas prestaciones.
Si quieres saber más sobre Patología y Rehabilitación de Puentes, puedes consultar nuestros posgrados en Structuralia.
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