Hidráulica es una palabra creada a partir de las palabras en griego antiguo «hidro» (agua) y «aulos» (tubo) y, gracias a su estudio, hemos logrado aprovechar la presión que puede generar un líquido para convertirlo en energía. La función de un tubo hidráulico es ser el medio de conducción de la energía para poner en movimiento varios tipos de mecanismos, entre ellos y uno de los más importantes, la maquinaria móvil utilizada en construcción y agricultura.
Desde la Revolución industrial, poco a poco, la industrialización de los sectores económicos ha convertido a la maquinaria en indispensable dentro de los distintos ámbitos productivos, desde la agricultura hasta la construcción. La maquinaria ha sustituido las herramientas manuales y ha reemplazado la fuerza física de hombres y animales por la energía mecánica. La eficiencia, la potencia y la precisión de la maquinaría industrial de hoy en día es posible gracias a la hidráulica.
Evolución de la hidráulica
A pesar de que Blaise Pascal sentó las bases para el desarrollo de la hidráulica con la “ley de la hidrostática” y explicó el principio de la prensa hidráulica, es Joseph Bramah el considerado como fundador de la hidráulica técnica. Desde que desarrolló en 1975 una máquina accionada por la presión del agua, que lograba aumentar la energía aplicada por 200 veces, se intuía que iban a cambiar las cosas el mundo industrial. Estos mecanismos fueron optimizados con la sustitución del agua por aceite mineral, cuando Williams y Janney sentaron las bases de la oleohidráulica y los pistones axiales.
Debido a sus particulares ventajas, los accionamientos hidráulicos se utilizan a menudo en máquinas de trabajo móviles para, por ejemplo, la construcción y la agricultura. En esos casos, la elevación y el descenso de cargas se realizan principalmente a través de un cilindro hidráulico de movimiento lineal, gracias a la circulación del fluido mediante de un sistema de tuberías hidráulicas que soporta las altas presiones requeridas para el correcto funcionamiento de todo el mecanismo.
Hoy en día, el avance de la tecnología en los sistemas hidráulicos ha permitido una infinidad de nuevas aplicaciones. Un ejemplo de ello, es su uso en el campo de la robótica, muy utilizada a gran escala en la producción en masa; y en pequeña escala, en sectores que van desde la salud hasta la seguridad pública, disponiendo de robots capaces de moverse con precisión “quirúrgica” que pueden salvar vidas, permitiendo intervenciones a distancia y la detección de explosivos sin poner en riesgo la vida de funcionarios.
Otro caso es la domótica, que se encarga del control automatizado de los sistemas de acondicionamiento del confort interno y del ahorro energético de los edificios; un recurso que actualmente está muy integrado en las nuevas construcciones a gran escala, demostrando excelentes resultados y que, cada vez más, vemos presente en nuestros hogares.
Tipos de tubo hidráulico
Todas estas aplicaciones (y muchas otras) son posibles gracias al desarrollo de las denominadas líneas de conducción, la cuales están compuestas por tubos hidráulicos, y son los facilitadores del desplazamiento del líquido hidráulico, que posteriormente será transformado en energía por un motor. Estos tubos hidráulicos o líneas de conducción, pueden ser de tres tipos:
Tubos Gas
A pesar de haber sido los primeros tubos utilizados en sistemas hidráulicos, hoy en día se siguen utilizando por su economía, se acoplan a través de sencillas uniones “macho y hembra”, pero requieren de una mayor cantidad de accesorios de junta debido a su rigidez y falta de moldeabilidad, lo que los hace los más propensos a fugas.
Tubos milimétricos
Son tubos de acero hechos por extrusión, por lo que no presentan soldaduras, y permiten ser doblados sin mayor dificultad, reduciendo así el número de uniones, y a su vez, el riesgo de fugas. Este tipo de tuberías, a menores espesores es capaz de resistir presiones y caudales mayores que los tubos gas, pero su precio es más elevado.
Mangueras
Son las más utilizadas en sistemas hidráulicos sometidos a movimiento, como por ejemplo, la maquinaria de construcción, robots mecanizados y sistemas automatizados por domótica. Por lo general, son fabricadas en distintas capas, intercalando entre caucho sintético y malla metálica, capas que pueden variar según la necesidad y el fluido hidráulico que va a conducir. Una de las mayores ventajas, además de su flexibilidad, es que se pueden realizar uniones con acoples rápidos, facilitando el reemplazo y el mantenimiento de piezas de tubería.
Son estos tipos de tubería hidráulica, y en especial las mangueras, los que han ayudado al desarrollo de la maquinaria hidráulica que, hoy en día, es indispensable en tantos rubros productivos, como la agricultura, el automovilístico, la construcción, entre otros; y también en sectores no productivos, como la salud, la seguridad y el bienestar. Es por ello, que a pesar de que parezcan a simple vista un elemento “menor” dentro de los sistemas hidráulicos, sería imposible imaginarnos la precisión, la potencia, y la movilidad con la que las máquinas de hoy en día, suplen, fabrican, mejoran y construyen el mundo como lo conocemos.
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