Publicado originalmente el 10 de agosto de 2020, actualizado el 28 de febrero de 2023
Explicamos detalladamente cuáles son las características que definen a las vigas IPE, así como las principales aplicaciones de estos perfiles metálicos.
Las vigas IPE son vigas de acero estructural o de uso estructural que utilizamos principalmente en el sector industrial, el comercio y la construcción. Sus características quedan perfectamente definidas por la normas UNE 36526 y UNE-EN 10034.
De este modo, estos elementos estructurales destacan por contar con una superficie interna paralela a la externa, ambas perpendiculares al alma. Se trata de un producto laminado cuyas alas tienen un espesor constante (denominado espesor europeo), característica principal que lo diferencia del perfil IPN.
Otra de las particularidades que define a estas vigas IPE es que tienen una sección normalizada con forma de doble T, que también se llama I. Asimismo, las caras del alma y las caras interiores de las alas, cuyas aristas son vivas, tienen uniones redondeadas. Por otra parte, la relación entre la anchura de las alas y la altura del perfil siempre se va a mantener inferior a 0,66.
La designación de estos perfiles la hacemos utilizando las letras IPE seguidas de una cifra, que es la que indica su altura total nominal (h), expresada en milímetros. Así, podemos encontrar diferentes tipos de vigas IPE, cuyas series van desde IPE 80 hasta IPE 600. Dependiendo de dicha designación, estos elementos estructurales soportarán un peso determinado. Por ejemplo, una IPE 400 está diseñada para aguantar 67,96 Kg/m.
Por las características isotrópicas de las vigas de acero estructural o de uso estructural con el que están fabricadas, estas estructuras metálicas nos ofrecen una relación entre resistencia y peso mayor que la que pueden brindar el hormigón o la madera. Por ello, soportan mucho mejor los esfuerzos de tracción, tensión, flexión y compresión. Este elemento horizontal es capaz de aguantar una carga entre dos apoyos sin generar un empuje lateral entre los mismos.
Las aplicaciones de estas piezas de acero son muchas y muy variadas, si bien las más comunes son la construcción del esqueleto de naves industriales y de otros edificios con el fin de soportar techos y aberturas. También las usamos como elementos estructurales en puentes y para la construcción de maquinaria y otros equipos, además de las utilidades que pasamos a listar a continuación:
Dinteles
Correas
Pilares
Refuerzos estructurales
Jácenas para edificios
Pórticos
Cubiertas
Viguetas
Soportes
Estructuras para escaleras
Las vigas IPN e IPE son dos de los tipos más comunes de vigas de acero utilizadas en la construcción. Aunque ambas tienen similitudes, también existen diferencias importantes en términos de su diseño y resistencia.
Por un lado, las vigas IPN tienen un perfil en forma de "U", con dos caras planas y dos alas curvas. Estas vigas son más fuertes que las vigas IPE debido precisamente a esta forma, lo que les permite resistir cargas más pesadas. Es por esto por lo que las vigas IPN son adecuadas para la construcción de puentes, edificios de varios pisos y estructuras similares.
Por otra parte, las vigas IPE tienen un perfil en forma de "I" con dos alas planas y dos caras curvas. Son más ligeras y más fáciles de transportar y montar que las vigas IPN, lo que las hace ideales para aplicaciones en las que el peso es un factor importante. Sin embargo, debido a su diseño, las vigas IPE son menos resistentes que las vigas IPN y por lo tanto se utilizan en aplicaciones que requieren una resistencia menor.
Así, en cuanto a la resistencia IPN vs IPE, las primeras tienen una capacidad de carga mayor que las vigas IPE. Esto se debe a que las vigas IPN tienen una sección transversal más ancha, lo que les permite soportar más peso. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la resistencia de cualquier viga depende de factores como el tipo de acero utilizado y el tamaño de la viga.
El empleo de estos perfiles metálicos en el sector de la construcción nos ayuda a aligerar el peso de las estructuras. Del mismo modo, su instalación resulta muy sencilla y su diseño está simplificado y optimizado para ofrecernos el mejor rendimiento.
Son elementos flexibles que se adaptan a toda clase de necesidades estructurales. Además, es fácil mantener la buena salud de las estructuras, pues basta con que apliquemos tratamientos para prevenir el óxido o tratarlo cuando ya se haya producido su aparición.
Finalmente, otra de las grandes ventajas de estas vigas IPE es que, cuando los proyectos constructivos exigen perfiles laminados específicos, estos pueden fabricarse en base a uniones ya soldadas. Por precio y facilidad de ejecución, estos perfiles son los más económicos.
En el mercado podemos encontrar una gran variedad de vigas IPE de diferentes dimensiones y calidades. Esta última característica se expresa mediante las siguientes categorías: S-235 JR, S-235 JRG2, S-235 JO, S-275 JR, S-275 JO, S-355 JR, S-355 JO, S- 355 J2G3, St 37.2 y St 52.3.
Las longitudes más comunes, asimismo, son las de 6, 8, 10, 12, 14, 15, 16 y 18 metros, si bien en casos particulares es posible encontrarlas desde 5 hasta 24 metros. Se trata de los que se suelen suministrar habitualmente para la mayoría de proyectos edificativos.
Desde Structuralia, nuestra escuela de formación de posgrado, nos esforzamos en ofrecer una preparación continua de calidad a profesionales como ingenieros o arquitectos. El ámbito de las infraestructuras es uno de aquellos en los que contamos con una importante especialización, donde se encuentra formación tanto en el campo de las vigas IPE como en muchos otros.