El Canal de Castilla recorre las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid, en Castilla y León, España, y es una de las obras más importantes de ingeniería hidráulica realizada en este país entre los siglos XVIII y XIX.
Este canal tiene una longitud de 207 kilómetros y una anchura que varía desde los 11 metros hasta los 22 m. Su profundidad media es de 1,8 m., pero en algunos tramos llega a tener una máxima de 3 m.
A lo largo del Canal de Castilla, podemos encontrar una serie de puentes y de acueductos, cuya misión principal es que el canal pueda cruzarse con otras vías de comunicación y salvar otros cauces de agua.
También se realizaron una seríe de dársenas destinadas a la realización de las actividades propias de la navegación, como por ejemplo cargas y descargas, y unas arcas, utilizadas para los riegos de la zona.
Uno de los elementos más destacados de esta obra de ingeniería hidráulica española son sus esclusas. Éstas permiten que los barcos puedan navegar existiendo un desnivel de 150 metros. Existen un total de 49 esclusas en la toda la longitud del Canal de Castilla, 207 kilómetros.