Las fases del proyecto en ingeniería y construcción son muy importantes. Por ello se deben llevar a cabo haciendo uso de las herramientas adecuadas.
Fases del proyecto que no debes pasar por alto
En ingeniería y construcción, las fases del proyecto que llevamos a cabo para cualquier empresa deben seguir un orden y un control que todo profesional del sector que se precie debe tener en cuenta para realizarlo correctamente. Los jefes de proyecto saben definir estas fases y qué se debe hacer en cada una de ellas, por eso en este artículo tratamos el tema.
1.- Identificación del proyecto
Esta es la primera fase, donde se mide el valor y la viabilidad del proyecto a realizar. Se deben realizar dos evaluaciones antes de decantarse por comenzar cualquier proyecto o no:
- Plan de negocio. Evaluamos con este plan los posibles beneficios que otorgará el proyecto a la empresa, justificando la necesidad del proyecto.
- Estudio de viabilidad. Con este estudio se pretende llegar a la conclusión de si el proyecto tiene sentido, planteando un cronograma, los recursos disponibles y las metas a conseguir en el proyecto.
2.- Planificación
Una vez que conseguimos que al proyecto se le otorgue luz verde en cuanto a viabilidad, necesitamos un plan con el que guiar a nuestro equipo. Un buen líder de equipo conoce las fortalezas de cada uno de los miembros que están a sus órdenes y asigna tareas adecuadas que se puedan resolver con cierto margen de maniobrabilidad para cubrir imprevistos. Por ello debemos preparar recursos para los posibles contratiempos que nos podamos encontrar durante la realización del proyecto.
El plan del proyecto debe proporcionar al equipo que lo lleva a cabo la dirección para construir un producto de calidad, manejar los riesgos y administrar los proveedores. Algunas de las herramientas más usadas en el mercado son Asana, WorkProject, Trello, Microsoft Project y Basecamp.
3.- Ejecución
Esta parte se consigue haciendo que todo el equipo llegue a las metas programadas en el plan que se ha construido previamente y realizando entregables que debemos entregar al cliente para que este sepa en qué estado se encuentra el proyecto y cómo se está desarrollando el mismo.
La ejecución depende en gran medida de lo bueno que sea el plan del proyecto y de lo fiel que estemos siendo al mismo.
4.- Control y seguimiento
La supervisión y el control de un proyecto normalmente se realizan al mismo tiempo que la ejecución del mismo. De hecho, es lo más aconsejable para poder corregir los posibles fallos que se den y manejar las situaciones no previstas por el plan de la mejor forma posible.
Se debe monitorizar de forma constante la realización de cada una de las partes del proyecto. De esta forma es mucho más fácil conseguir cumplir los plazos de entrega que les damos a los clientes en el estudio de viabilidad, así como calcular los rendimientos del propio equipo y conseguir las máximas ganancias por cada proyecto que realizamos. Aquí normalmente se suelen usar las herramientas SAP.
5.- Cierre del proyecto
Cuando se consiguen todos los objetivos para los que el cliente ha pagado, podemos considerar que el proyecto se puede cerrar. En esta etapa se liberan recursos para el siguiente proyecto y tenemos que asegurarnos de que el plan inicial se ha cumplido y en caso de que no sea así, se debe estudiar por qué se han llevado a cabo estos cambios respecto al plan original y cómo ha influido esto en el equipo y el cliente.
Las fases del proyecto son vitales para que este llegue a buen puerto y podamos conseguir clientes fieles y satisfechos. Por esto es necesario poseer las herramientas adecuadas y conocer cómo funcionan en profundidad, para llegar a ser la mejor versión de los profesionales que somos