Cuando hablamos de la gestión integral de proyectos, estamos hablando de un sistema de gestión relativo a un conjunto de elementos y áreas que se integran para satisfacer los requisitos del proyecto. La importancia de “integral” reside en que todos los elementos interactúan para lograr un objetivo final común para todos las partes.
El sistema integral, por tanto, marcará una dirección clara con objetivos estratégicos individuales para todos los elementos y áreas que componen el proyecto, asegurando que se integren dentro de una estrategia global.
Cada proyecto cuenta con múltiples y diversos elementos; recursos humanos, materiales y documentos que se integran en distintos plazos y tareas con finalidades individuales pero no independientes. De ahí surge la necesidad de una correcta gestión integral de proyectos que implique a todos los departamentos a actuar dentro de un conjunto de actividades coordinadas según sus relaciones de tiempo, condicionantes, dependencia y causalidad entre ellas.
Los departamentos son las diferentes áreas interconectadas de gestión en las que se divide el sistema integral del proyecto y que cuentan con elementos específicos o compartidos entre si. El gestor de proyectos deberá realizar una matriz de trabajo con los objetivos propios de cada una de las áreas, de manera que se pueda comprobar con agilidad que cada objetivo cumple con los objetivos del resto.
Es el área principal y su objetivo, como sus elementos asociados, tienen la finalidad de crear el producto final de la manera más eficiente cumpliendo los plazos, pero eso no es suficiente, pues el producto o métodos de trabajo deberá satisfacer requisitos de calidad, seguridad o especificaciones ambientales impuestas por el resto de departamentos de gestión.
La elección del proceso constructivo depende de la calidad exigida por el cliente, descrita en los requisitos del proyecto. Los sistemas de trabajo, comunicación y entregas se gestionan bajo los condicionantes impuestos por estos.
El entorno de trabajo y el tipo de proyecto establecerán los condicionantes de gestión medioambientales y las restricciones en los procesos de trabajo. Dependiendo de si trabajamos en una zona de protección especial, áreas vulnerables o áreas urbanizables se adoptarán diferentes medidas.
La gestión de seguridad y salud se diseñará según los riesgos que pueden derivar de los procesos constructivos (entorno, maquinaria, etc) estableciendo pautas de trabajo que se integrarán en la ejecución de las tareas
Como conclusión, el éxito de una correcta planificación, control y toma de medidas correctivas que nos den una capitalización de la experiencia será el recurso más valioso que guardaremos tras el fin de los trabajos. Por ello es importante la generación de informes en las diferentes áreas de gestión de proyectos, que sean comunicados con el fin de no solo mejorar la experiencia propia del proyecto, sino que sirva también para generar un sistema de trabajo más óptimo en futuros trabajos.
En nuestro artículo mejores cursos de gestión de proyectos de Structuralia hacemos un repaso por todos nuestros cursos principales sobre gerencia de proyectos.