El hormigón, sin duda alguna, es de los materiales más utilizados en la construcción a nivel mundial, y esto se debe a su economía y practicidad. Pero al ser un material proveniente, en su forma más común, de la mezcla de un aglomerante, con materiales granulados y algún aditivo. Se pueden obtener distintos tipos variando las cantidades de las mezclas y los aditivos, como por ejemplo el hormigón autorreparable.
En esta ocasión nos centraremos en el hormigón de alta densidad o pesado. Los cuales superan una densidad de 3200 kg/m3, mientras un hormigón convencional se mantiene cerca de los 2400 kg/m3. Esto se debe a que son elaborados con granulados más densos de los habituales, es decir, barita, magnetita, hematita, y algunos otros.
Utilidad del hormigón de alta densidad
Es normal hacerse la pregunta ¿Para qué puede servir un hormigón más pesado?, cuando constantemente se está buscando que los materiales de construcción sean más ligeros y más resistentes. Y al contrario de esa premisa, la principal cualidad del hormigón pesado es un mayor peso en un volumen inferior, y en la mayoría de los casos esto no implica un aumento de las prestaciones mecánicas del material.
Aplicación del hormigón de alta densidad
Pero el motivo para el uso de este tipo de hormigón tan particular, poco tiene que ver con sus prestaciones mecánicas a nivel estructural. Es un hormigón utilizado en blindajes para bancos y cajas fuertes, por ser tan compacto y difícil de atravesar; y por supuesto, es muy utilizado como contrapeso en grúas, y en aplicaciones puntuales en estructuras para balancear cargas y aumentar la masa sin afectar la volumetría.
Esta características son muy útiles también en la construcción de elementos de soporte estructural y arriostramiento bajo el agua, debido a la durabilidad del material y sus resistencia contra los agentes corrosivos del agua salada. Por otro lado, el hormigón de alta densidad resulta muy resistente contra la radiación, por eso es común encontrarlo en ciertas zonas de centros hospitalarios y en centrales nucleares activas e inactivas, como el caso del famoso “Sarcófago de Chernobyl”.
Consideraciones al utilizar hormigón de alta densidad
Resistencia mecánica
Como ya hemos mencionado anteriormente, el aumento en la densidad de una mezcla de hormigón pesado, con respecto a una mezcla de hormigón promedio, no significa un aumento proporcional en sus propiedades mecánicas de resistencia a la compresión, impacto, abrasión, tracción, etc. Esto quiere decir, que según sea el caso, se deben añadir aditivos a la mezcla que ayuden a alcanzar las solicitudes mecánicas del elemento a realizar con hormigón pesado.
Protección ante agentes externos
Debido a que su mayor campo de aplicaciones lo encontramos en la protección biológica, como puede ser una central nuclear o una construcción en suelo submarino; se debe prever que este tipo de hormigón estará expuesto a agentes externos mucho más extremos que en construcciones ordinarias. Nos referimos a la afectación a grandes variaciones de temperatura, capacidad de retención de agua, conductividad térmica, calor específico y coeficiente de expansión lineal.
Pureza y consistencia
En cuanto a la fase de mezcla, se deben tomar medidas para que las grandes cantidades de agregados utilizados como barita, magnetita, hematita, etc, no generen excesivo polvo que pueda afectar las propiedades del hormigón. Además, por supuesto, de tomar las precauciones necesarias para que el elevado peso propio del material no afecte el transporte, ni la aplicación del mismo.
En resumidas cuentas, este tipo de hormigón, a pesar de no ser extremadamente común, ni con una relación resistencia - peso demasiado eficiente, encuentra en su principal característica (un peso elevado en un volumen reducido) aplicaciones muy específicas. Pero al cumplir espléndidamente con dichas aplicaciones, podemos prever que es un material que está lejos de desaparecer.