A la hora de enfrentarse a la gestión energética de una compañía hay varios problemas que hay que acatar. Uno de ellos es el de las pérdidas de energía en tuberías, que se constituye como uno de los puntos de los que se deriva una peor optimización del uso de recursos energéticos por parte de una empresa.
Es, por tanto, muy importante para todo aquel ingeniero que desee trabajar en contacto estrecho con el mundo del ahorro energético conocer este concepto y sus aspectos más relevantes.
¿Qué es la pérdida de energía en tuberías?
La búsqueda de una mayor optimización de recursos y uso limpio de la energía contribuyen al mayor respeto al medioambiente, que no deja de ser uno de los pilares fundamentales de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. Ese es el motivo por el que resulta tan importante centrar la atención y los esfuerzos sobre todos aquellos puntos que supongan la pérdida y el malgasto de energía.
Uno de ellos es el de las pérdidas de energía en tuberías. Se trata de un concepto que puede ser definido como la pérdida de presión de un flujo ocasionada por la fricción que se establece entre las partículas propias del fluido y las paredes de aquello que le sirve de conducto, así como de cualquier otro obstáculo aparecido en la conducción. Se trata de una magnitud que es posible calcular, y existen incluso tablas de cálculo de la pérdida de energía de las tuberías
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¿Qué causa la pérdida de energía en tuberías?
Fundamentalmente una mayor o menor pérdida de carga en las tuberías depende de diversas causas que giran en torno a los siguientes puntos:
- La sección: Pues cuanto menor es la sección mayor es la potencial pérdida de energía.
- La longitud: Influye en tanto que cuanto mayor sea la longitud de la tubería, mayor será también la pérdida de carga del fluido.
- El caudal que circula: En tanto que a mayor caudal mayor será la pérdida de energía del fluido en cuestión. Al variar esta medida, por tanto, varían también los niveles de pérdida de energía en una determinada tubería.
- El material: Influye en tanto en cuanto la rugosidad del material ocasiona una pérdida de carga más relevante.
- El tipo de fluido: Evidentemente, todo lo dicho hasta ahora debe entenderse bajo la óptica del hecho de que los efectos siempre serán distintos en atención al tipo de fluido con el que estemos trabajando, pues cada uno de ellos presenta características diferentes.
Siempre que se cuente con los conocimientos necesarios, es posible llevar a cabo el cálculo de la pérdida de carga que una tubería ocasiona sobre un fluido y, a partir de ahí, implementar cambios que reduzcan los valores de esa magnitud. Desde este punto de vista, la clave se encuentra en la modificación de cada una de las causas que se han comentado en el apartado anterior. Y es que, mediante la introducción de cambios racionales y estudiados en el caudal, longitud, material y sección de la tubería, los niveles de pérdida de carga del fluido se verán modificados.
En conclusión, las pérdidas de energía en tuberías cuentan con unas causas determinadas que pueden solucionarse si se conocer la mejor manera de llevarlo a cabo. Es ahí donde entra en juego la enorme utilidad de másteres sobre gestión y ahorro de energía como los que ofrece Structuralia, escuela profesional en el ámbito del postgrado. Como ejemplo de su amplio catálogo resulta muy interesante referir al Máster en Ahorro Energético y Sostenibilidad en la Edificación.