En un entorno urbano cada vez más afectado por el cambio climático, el crecimiento desmedido y la impermeabilización del suelo, los sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) emergen como una alternativa eficaz y ecológica frente a los drenajes urbanos convencionales. Su principal objetivo es gestionar de manera eficiente el drenaje pluvial urbano, minimizando el impacto de las lluvias sobre infraestructuras, medio ambiente y calidad de vida ciudadana.
¿Qué son los sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS)?
Cuando la lluvia es incesante, el agua normalmente no puede filtrarse en el suelo porque está cubierto de asfalto, cemento o ladrillo. Esto hace que el agua corra por las calles, se acumule, cause inundaciones… y arrastre toda la suciedad de la calle hasta los ríos.
Para hacer frente a este problema, se han desarrollado los sistemas urbanos de drenaje sostenible: un conjunto de técnicas de drenaje urbano sostenible que buscan imitar el ciclo natural del agua en entornos construidos. En lugar de canalizar toda el agua hacia el alcantarillado, los SUDS fomentan su infiltración en el suelo, su almacenamiento temporal, su reutilización o incluso su evaporación controlada. Esto no solo ayuda a prevenir inundaciones, sino también a recargar acuíferos y mejorar la calidad del agua que retorna al medio ambiente.
Estos sistemas son de gran ayuda para la protección del medioambiente, suponen grandes beneficios para aspectos como:
- Control y reducción del caudal y velocidad del agua de escorrentía.
- Previene la contaminación de ríos y acuíferos.
- Fomenta la biodiversidad y la resiliencia urbana.
- Promueve la reutilización del agua de lluvia.
¿Quieres conocer más ejemplos prácticos y soluciones efectivas? Explora este artículo especializado sobre sistemas de recogida de agua de lluvia y descubre cómo se aplican en diferentes contextos urbanos.
Funcionamiento de un sistema urbano de drenaje sostenible
Un sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS) funciona imitando el comportamiento del ciclo natural del agua, gestionando de manera eficiente y ecológica el agua de lluvia en entornos urbanos. A diferencia del sistema convencional que evacúa rápidamente el agua a través del alcantarillado, el drenaje urbano sostenible busca captar, filtrar, infiltrar, almacenar y reutilizar el agua pluvial en el mismo lugar donde cae.

1. Detener
Cuando llueve, el sistema recoge el agua que cae sobre superficies impermeables (calles, techos, plazas…). Esto se hace a través de elementos como:
- Pavimentos permeables.
- Zanjas drenantes.
- Jardines de lluvia.
- Cubiertas verdes.
2. Ralentizar
El agua recogida se infiltra en el suelo, ayudando a recargar los acuíferos subterráneos y a reducir el caudal que llega a las redes de alcantarillado. Esto es especialmente útil en zonas con alta urbanización, donde el suelo natural ha sido sustituido por asfalto o cemento.
3. Almacenamiento temporal
Parte del agua se almacena de forma controlada en estanques, aljibes o depósitos subterráneos. Esto permite:
- Evitar inundaciones en momentos de lluvia intensa.
- Liberar el agua poco a poco, reduciendo picos de caudal.
4. Infiltrar
El agua infiltrada o almacenada se depura de forma natural mediante la vegetación, los sustratos filtrantes y la acción biológica del suelo. Se eliminan sedimentos, metales pesados, aceites y contaminantes.
5. Reutilización o liberación controlada
El agua puede ser:
- Reutilizada para riego de zonas verdes o limpieza urbana.
- Devuelta a cauces naturales o al sistema de alcantarillado, pero de manera gradual y limpia, evitando sobrecargas y contaminación.
En conjunto, los sistemas urbanos de drenaje sostenible permiten que el agua vuelva a comportarse como en un entorno natural, reduciendo riesgos, mejorando la calidad ambiental y ayudando a construir ciudades más resilientes.
Tipos de SUDS y componentes
Pavimentos permeables
Bloques, resinas o adoquines con juntas drenantes que permiten que el agua de lluvia pase a través de ella y se infiltre en el suelo, en lugar de escurrirse por encima, como lo haría en un pavimento tradicional (como el asfalto o el cemento).
Su objetivo principal es reducir la escorrentía (el agua que corre por la superficie cuando llueve), prevenir inundaciones, mejorar la calidad del agua y recargar los acuíferos subterráneos.
¿Cómo están diseñados?
Un pavimento permeable se compone normalmente de varias capas:
- Capa superficial permeable: se trata de adoquines con juntas abiertas, grava estabilizada, hormigón poroso o incluso césped con una base reforzada.
- Capa de base subbase drenante: hecha con materiales como grava gruesa, que permite almacenar temporalmente el agua.
- Geotextil(opcional): una malla que separa el suelo natural de las capas superiores, evitando que se mezcle o se obstruya.
Son ideales para:
- Estacionamientos.
- Senderos peatonales.
- Plazas públicas.
- Entrada de vehículos.
Zanjas de infiltración
Se encuentran entre la superficie pavimentada y el medio natural. Son canales estrechos y poco profundos que se excavan en el suelo y se rellenan con grava o piedra, diseñados para captar, almacenar e infiltrar el agua de lluvia directamente al subsuelo.

¿Cómo están diseñados?
Una zanja de infiltración se compone de varios elementos clave:
- Excavación alargada: se hace una zanja con ligera pendiente, por lo general paralela a una calle, camino o zona impermeable.
- Relleno de material drenante: se rellena con grava, piedra o áridos gruesos, que permiten el paso del agua.
- Geotextil (opcional): una tela especial que envuelve la zanja para evitar que el suelo exterior la obstruya.
- Rebosadero o salida de emergencia: se suele utilizar en el caso de que las lluvias sea demasiado intensas.
Son muy frecuentes en:
- Lados de calles o caminos.
- Aparcamientos.
- Urbanizaciones residenciales.
- Parques y jardines públicos.
Balsas de retención
Las balsas de retención tienen como función principal: almacenar temporalmente el agua de lluvia durante tormentas intensas para después poder ir liberándola poco a poco de manera controlada. De esta forma, se evitan inundaciones, alivian los sistemas de alcantarillado y protegen los ríos y ecosistemas.
¿Cómo están diseñadas?
Una balsa de retención puede ser simplemente una zona ajardinada en forma de cuenco, o una estructura más técnica con elementos como:
- Taludes suaves (para contener el agua de forma segura).
- Fondo permeable o impermeable (según si se quiere infiltrar o solo almacenar).
- Vegetación (ayuda a filtrar y evaporar el agua).
- Y un sistema de salida controlada (tuberías, compuertas o vertederos).
Se pueden observar en:
- Zonas verdes urbanas.
- Parques.
- Bordes de urbanizaciones o incluso en infraestructuras como carreteras.
Algunas se diseñan como lagunas o estanques paisajísticos, por lo que también mejoran el entorno visual y atraen biodiversidad.
Jardines de lluvia
Los jardines de lluvia son depresiones poco profundas en el terreno, diseñadas estratégicamente para recoger el agua que baja de techos, calles o acercas. De esta forma se evita que el agua se desperdicie, actuando así como una esponja natural que:
- Retiene el agua de forma temporal.
- Filtra contaminantes como aceites y metales pesados.
- Permite que el agua se infiltre en el suelo lentamente.
- Recargar acuíferos y mejorar la salud del suelo.
¿Cómo está diseñado?
Un jardín de lluvia bien diseñado incluye:
- Zona de captación: depresión o cuenco donde llega el agua.
- Sustrato filtrante: mezcla de tierra, arena y compost que favorece el drenaje.
- Capa de grava: para mejorar la infiltración y evitar encharcamientos.
- Plantas adaptadas al clima local: especies resistentes que soportan tanto el exceso como la falta de agua, y que ayudan a purificarla.
Se pueden observar en:
- Patios y jardines particulares.
- Parques urbanos.
- Zonas peatonales.
- Entornos escolares o institucionales.
Cubiertas vegetales
Imagina subir un edificio y encontrar, en lugar de un tejado gris y sin vida, un jardín lleno de plantas, flores, y hasta pequeños árboles. No solo es un atractivo visual, sino que se trata de un sistema que transforme el techo de un edificio en una superficie verde y viva, capaz de absorber el agua de lluvia, refrescar el ambiente y mejorar la calidad del aire.

¿Cómo funciona una cubierta vegetal?
Una cubierta vegetal está compuesta por varias capas especiales que permiten que las plantas crezcan sin dañar la estructura del edificio. Estas capas incluyen:
- Membrana impermeable, para que el agua no filtre hacia abajo.
- Un sistema de drenaje, que controla el exceso de agua.
- Una capa de sustrato ligero, similar a la tierra, donde crecen las plantas.
- Vegetación seleccionada, desde césped y suculentas hasta arbustos y flores nativas.
Todo está cuidadosamente diseñado para que funcione como una miniatura del suelo natural…¡Pero en el techo!
Cuando se trata de integrar soluciones verdes (como jardines de lluvia o cubiertas vegetales) en entornos urbanos complejos, resulta esencial comprender tanto los aspectos técnicos como ambientales. Es ese precisamente el enfoque del Máster en Ingeniería Ambiental, que combina planificación sostenible, evaluación de impacto y uso de tecnologías para aprender a minimizar la huella hídrica de la ciudad.
Conclusión
Los sistemas urbanos de drenaje sostenible no solo representan la vanguardia en la gestión del drenaje pluvial urbano, sino que son clave para construir ciudades inteligentes y resilientes. Incorporar drenaje urbano de aguas pluviales mediante estos sistemas contribuye a mejorar la calidad de vida, a proteger el medio ambiente y a garantizar un futuro más sostenible para todos.