Tipos de hormigón: aplicaciones y usos en construcción

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El hormigón es sin duda uno de los materiales más utilizados y versátiles en el mundo de la construcción. Su resistencia, durabilidad y adaptabilidad lo convierten en la base de infinidad de obras civiles, desde viviendas y puentes hasta túneles, presas o edificios de gran envergadura.

Con el tiempo han ido apareciendo distintos tipos de hormigón, cada uno con características especificas adaptadas según los usos o condiciones de la obra.

En este artículo, te mostramos las principales categorías de hormigón que existen, sus propiedades, y las aplicaciones prácticas de cada variante. !Presta atención y descubre cuál es el hormigón que mejor se adapta a tu próximo proyecto!

¿Qué es el hormigón?

El hormigón, es un material de construcción compuesto principalmente de cemento, agua, áridos (grava y arena) y, en muchos casos, aditivos especiales que mejoran sus propiedades.

Esta mezcla forma una masa sólida y resistente capaz de soportar grandes cargas. La resistencia del hormigón variará dependiendo de las proporciones de los materiales, cuanto más liquido se añade, mas fácil de manejar será, pero también será menos resistente. Como resultado se obtiene un material, de color grisáceo que, al endurecer, combina resistencia a la compresión, durabilidad frente a condiciones climáticas y adaptabilidad estructural, lo que lo convierte en la columna vertebral de la mayoría de las obras.

Clasificación de los tipos de hormigón

Ahora que ya conoces los componentes principales del hormigón, te mostramos que tipos de hormigón existen según diversos factores como su densidad, función, composición o uso especifico.

Según su función estructural

Hormigón estructural

Es un tipo de hormigón diseñado específicamente para soportar grandes cargar y transferirlas de forma segura a los cimientos de una construcción. Es el material fundamental en la creación de la estructura principal de edificios, puentes, presas y otras infraestructuras.

Las características principales que hacen al hormigón estructural indispensable en la construcción son:

  • Alta resistencia a la compresión: la capacidad de soportar grandes cargas sin deformarse lo hace indispensable en la construcción.
  • Durabilidad: es resistente a la corrosión, factores climáticos y agentes químicos, asegurando de esta forma una larga vida útil a las estructuras.
  • Versatilidad: permite adaptarse a diferentes formas y tamaños.
  • Adherencia al acero: se adhiere muy bien a las barras de acero, lo que es crucial en el hormigón armado (una variante del hormigón estructural que incorpora refuerzos de acero para mejorar su resistencia a la tracción).

Hormigón no estructural

A diferencia del hormigón estructural, el objetivo de este tipo de hormigón no es la resistencia, sino más bien cumplir funciones de relleno, nivelación, protección, aislamiento o diseño estético. Aunque su función principal no es la de resistir, por que sí, existen hormigones especiales que presentan otras aplicaciones:

  • Mayor flexibilidad: suele ser más fácil de trabajar lo que lo hace ideal para adaptarlo a diferentes formas y volúmenes.
  • Función de relleno: es ideal para cubrir espacios, nivelar superficies o dar volumen a elementos que no tienen función portante.
  • Variedad de acabados: se puede adaptar a diferentes texturas, colores y acabados decorativos.
  • Menor coste: por lo general, tiene a ser más asequible que el hormigón estructural debido a al factor de resistencia y, a menudo, a una composición más sencilla.

Según su densidad

Hormigón ligero

El hormigón ligero es un tipo de hormigón que se diferencia por tener una densidad significativamente menor que el hormigón convencional. Mientras que este último suele pesar entre 2.000 y 2.400 kg/m³, el hormigón ligero presenta una densidad inferior a los 2.000 kg/m³, llegando incluso a valores inferiores.

Pero, ¿Cómo se consigue que un elemento que a simple vista parece ser pesado se reduzca su densidad? La calve está en su composición, sobre todo en los áridos que se emplean o en la incorporación del aire en su masa.

Hormigón normal

La densidad del hormigón convencional se sitúa en un rango de entre 2.000 kg/m³ y 2.600 kg/m³. Esta densidad se consigue utilizando áridos de peso normal, como grava, arena y piedra triturada, que son los componentes principales que aportan volumen y masa a la mezcla. A diferencia del hormigón ligero (que usa áridos de baja densidad o aire incorporado) y el hormigón de alta densidad (que emplea áridos de alta densidad como barita o magnetita).

Hormigón pesado

La propiedad principal y más buscada del hormigón pesado es su alta densidad, que puede ir desde los 2.600 kg/m³ hasta más de 6.000 kg/m³, e incluso alcanzar los 8.000 kg/m³ o 9.000 kg/m³ en casos muy específicos.Esto le confiere capacidades únicas:

  • Blindaje contra la radiación.
  • Contrapeso y lastre.
  • Aislamiento acústico.

Según su composición/aditivos

Hormigón armado

El hormigón armado está compuesto por el hormigón normal (o a veces hormigón ligero o pesado, según la aplicación) y barras o mallas de acero de refuerzo (conocido como armadura).

Una de las principales ventajas de esta combinación radica en la adherencia entre el hormigón y el acero. Cuando el hormigón se endurece, se adhiere firmemente a las barras de acero, garantizando que ambos materiales trabajen como una unidad. Además, el hormigón protege al acero de la corrosión y del fuego, lo que aumenta la durabilidad y seguridad de la estructura.

Hormigón pretensado

Esta categoría de hormigón se elabora mediante una técnica basada en una compresión previa (como si lo estuvieras apretando antes de que le llegue la carga real) para que pueda resistir mucho mejor esas fuerzas de estiramiento (tracción) que normalmente le harían fisurarse.

Hormigón proyectado

Imagina que necesitas cubrir una superficie irregular, como puede ser una pared de una roca, el interior de un túnel o incluso reparar una estructura. ¿Qué tipo de hormigón se podría aplicar de forma rápida y eficiente? ¡La respuesta es el hormigón proyectado!

Tal y como su nombre indica el hormigón proyectado se proyecta a alta velocidad desde una boquilla sobre una superficie. Al salir disparado, impacta y se compacta en el lugar, creando una capa densa y resistente. Existen dos métodos principales para proyectar el hormigón:

  1. Vía seca:
  • Se mezclan en seco el cemento y los áridos (arena y grava fina).
  • Esta mezcla seca se transporta por aire comprimido a través de una manguera hasta la boquilla.
  • En la boquilla, se añade el agua a presión justo antes de que la mezcla salga proyectada.
  1. Vía húmeda:
  • El hormigón o mortero ya mezclado con agua (y a veces con acelerantes) se bombea a través de una manguera hasta la boquilla.
  • En la boquilla, se introduce aire a presión para darle la velocidad necesaria para la proyección, y se pueden añadir acelerantes de fraguado si se necesita que endurezca muy rápido (por ejemplo, para detener una filtración de agua).

Además de estas técnicas, existe una solución innovadora especialmente diseñada para mejorar la colocación del material en elementos complejos o con gran densidad de armadura: el Hormigón autocompactante. Este tipo de hormigón se caracteriza por su capacidad para fluir y compactarse por sí solo, sin necesidad de vibrado, garantizando un llenado uniforme, una excelente calidad superficial y una reducción de tiempos de ejecución.

Según su uso específico

Hasta ahora hemos hablado del hormigón como un material robusto y funcional, el “esqueleto” de las construcciones. Pero el hormigón también puede integrarse como diseño arquitectónico y paisajístico.

Hormigón decorativo

El hormigón decorativo es, esencialmente, hormigón que ha sido modificado o tratado en su superficie (o en su masa) para conseguir un acabado estético particular, que puede imitar otros materiales o crear diseños únicos.

Veamos como se puede aplicar el hormigón decorativo:

  • Hormigón impreso o estampado: se vierte el hormigón y se le «graban» patrones con moldes especiales, imitando madera, piedra, ladrillo, etc. Es muy popular en exteriores como patios, aceras y entradas.
  • Hormigón pulido: una vez endurecido, se lija y pule la superficie hasta conseguir un brillo similar al mármol o terrazo. Ideal para interiores modernos y grandes superficies.
  • Hormigón árido visto o desactivado: se expone la grava o las piedras de la mezcla en la superficie, creando una textura rugosa y natural.
  • Hormigón pigmentado: se añade color directamente a la mezcla para obtener un tono uniforme en toda la masa del hormigón.
  • Microcemento: un revestimiento fino a base de cemento que se aplica sobre superficies existentes, creando un acabado continuo y moderno sin juntas.

Hormigón reciclado

El hormigón reciclado es aquel en el que una parte o la totalidad de los áridos (grava y arena) provienen de la demolición o el reciclaje de estructuras de hormigón y otros residuos de construcción y demolición (RCDs). En lugar de usar áridos naturales extraídos de canteras, se trituran y procesan los escombros de hormigón para obtener nuevos áridos.

Conoce más sobre el hormigón reciclado y sus ventajas medioambientales.

Hormigón translúcido

¿Cómo es posible que un material basado en cemento permita el paso de la luz? El hormigón translúcido rompe con la idea de que este compuesto es siempre opaco: integra fibras ópticas en su masa para canalizar la luz, ofreciendo sorprendentes efectos visuales y potenciando la iluminación natural de cualquier espacio.

Se fabrica incorporando fibras ópticas (generalmente de vidrio o polímero) dentro de la mezcla de hormigón. Estas fibras se distribuyen de manera uniforme en la masa. Como las fibras ópticas conducen la luz, cuando esta incide en un lado del panel de hormigón, se transmite a través de las fibras y emerge por el otro lado, creando puntos de luz o incluso mostrando siluetas y colores.

¿Qué lo hace especial?

  • Paso de la luz: permite que la luz (natural o artificial) atraviese el material, creando una sensación de ligereza y conexión visual.
  • Efectos estéticos: puede generar patrones de luz y sombra, o mostrar la silueta de lo que hay detrás, añadiendo un elemento artístico y dinámico a las estructuras.
  • Ahorro energético: al permitir el paso de la luz natural, puede contribuir a reducir la necesidad de iluminación artificial durante el día.
  • Durabilidad: mantiene las propiedades mecánicas y la resistencia del hormigón, aunque la resistencia puede ser ligeramente inferior a la del hormigón normal debido a la inclusión de las fibras.

Conoce otros tipos de hormigón

  • Hormigón autorreparable: incorpora microcápsulas que liberan aditivos al aparecer grietas, reparando fisuras de forma autónoma. Descubre su funcionamiento en “¿Es el hormigón autorreparable casi perfecto?”.
  • Hormigón de limpieza: capa inicial que protege y prepara la superficie antes del vaciado principal. Sus bondades, como mejorar la adherencia y reducir filtraciones, están detalladas en el artículo sobre hormigón de limpieza: bondades y usos.

Aplicación más comunes por tipo de hormigón

Después de conocer los distintos tipos de hormigón, es importante entender su funcionalidad, pues elegir el tipo adecuado afecta tanto a la durabilidad de la obra como a su aplicación práctica.

¡Ahora que ya conoces los distintos tipos de hormigón, es hora de aplicar el más idóneo a tu proyecto! Especialízate al máximo con el Máster en Construcción y Mantenimiento de Carreteras y Viales de Structuralia y domina las técnicas avanzadas de hormigones para infraestructuras.

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