Publicado originalmente el 18 de septiembre de 2020, actualizado el 22 de febrero de 2023
¿Quieres saber qué hace un project manager? Hablamos del perfil profesional que necesita un jefe de proyectos y qué cualidades debe tener.
Un jefe de proyectos o project manager es el profesional que se encarga de la planificación, ejecución y monitorización de las acciones que conforman un proceso empresarial. Esta persona ha de tomar todas las decisiones orientadas a la consecución de los objetivos planteados para cada una de sus fases y es, asimismo, la figura visible sobre la que recae la responsabilidad.
Esta persona es la responsable de organizar un equipo de trabajo para llevar a cabo tareas concretas, además de quien debe coordinar a los miembros del equipo para que puedan cumplir con unos estándares de calidad determinados y de decidir la metodología que se va a seguir durante la gestión de proyectos.
Se trata del motor que debe impulsar el avance del proyecto, por lo que no es un mero coordinador. De hecho, este perfil cuenta con poder ejecutivo y autoridad y se halla integrado dentro de la estructura y organización de la empresa. La persona encargada de estas tareas a realizar es así la piedra angular sobre la que giran el resto de profesionales y departamentos.
Perfil profesional de un jefe de proyectos
Para desempeñar su rol un jefe de proyectos debe contar con un perfil profesional sostenido por tres pilares básicos, los cuales vienen recogidos en la Guía PM de la International Association of Project Managers (IAPM). Estas son algunas de las principales funciones de un jefe de proyectos:
Técnico: para generar ideas y soluciones, así como establecer controles de calidad en las acciones. Quien ostenta este cargo ejecutivo tiene que conocer la tecnología y los recursos a su alcance para poder operar con efectividad. Para ello es fundamental la formación específica de la que disponga.
Gestor: su labor no consiste solamente en manejar la dimensión técnica del proyecto, sino que también ha de ser capaz de tomar decisiones en todos los ámbitos. Es importante que cuente con la capacidad necesaria para planificar, corregir errores o implementar y modificar fases. Esta es otra de las piedras angulares del perfil de un director de proyectos.
Comunicativo: el director de proyecto es un intermediario que ha de saber tratar con perfiles de todo rango, como inversores, proveedores o clientes. Es el nexo de unión entre quienes financian y quienes ejecutan y debe ser capaz de ofrecer respuestas cuando son necesarias.
Los proyectos tienen carácter transitorio y no todos exigen el mismo planteamiento. Las circunstancias nunca son las mismas y, por lo tanto, no siempre se requiere el mismo perfil específico. Es por eso por lo que un buen project manager debe ser capaz de gestionar el flujo de trabajo y supervisar cada tarea para conseguir los mejores resultados, utilizando para ello herramientas como software especializado en caso de ser necesario.
No existe un supervisor de proyectos con las mismas características que otro. A partir de ahí hay que destacar que, en general, este profesional es responsable de las siguientes tareas:
Definición y consecución de objetivos.
Planificación y control de procesos.
Dirección y coordinación de los recursos.
Toma de decisiones puntuales.
Identificación de errores y adopción de soluciones.
Respuesta ante los agentes externos por los resultados obtenidos.
Intermediación en conflictos y determinar si es necesario recurrir a otro tipo de recursos.
Asignación de tareas.
En este sentido, existen diferentes metodologías y enfoques; como la metodología scrum, que está orientada al desarrollo ágil de proyectos y que se basa en fases cortas conocidas como "sprint", técnicas de planificación iterativa y en establecer el retorno a los usuarios.
El project manager no solamente ha de contar con la formación específica adecuada para desempeñar las tareas que se derivan de su puesto. Necesitará también otra como la impartida en los másteres que ofrecemos en Structuralia, como el Máster MBA en Dirección de Empresas y Gerencia en Proyectos de Ingeniería y Construcción y el Máster Internacional en Project Management.
Además, también se valora que posea una serie de cualidades personales distintivas:
Liderazgo.
Autoridad.
Capacidad de superación.
Empatía.
Proactividad.
Virtud para el trabajo en equipo.
Resistencia a la presión de trabajar bajo exigencias extremas.
Organización.
Como ya hemos visto, un buen jefe de proyectos o project manager debe poseer una serie de habilidades y cualidades para tener éxito. Debe tener excelentes dotes de organización, comunicación y relaciones interpersonales, así como la capacidad de realizar múltiples tareas y gestionar varios proyectos a la vez.
También es esencial que comprendan claramente los objetivos del proyecto, la presupuestación, la programación y la gestión de riesgos, de modo que puedan anticiparse a posibles problemas o riesgos antes de que se conviertan en un problema. Además, tener una gran capacidad de liderazgo es clave para ser un gestor de proyectos eficaz.
Esto incluye la capacidad de motivar a los miembros del equipo, delegar tareas adecuadamente y proporcionar una dirección clara cuando sea necesario. Por último, tener una gran capacidad de resolución de problemas le ayudará a encontrar soluciones creativas cuando se enfrente a retos en el camino. Todos estos rasgos se combinan para crear un gran gestor de proyectos capaz de afrontar cualquier reto que se le presente.
Por supuesto, todas estas habilidades pueden desarrollarse con varios años de experiencia en la gestión de equipos y de tareas propias y de terceros.
Para mejorar la eficacia de un project manager es recomendable:
Trabajar en la gestión eficaz de la comunicación.
Ampliar conocimientos técnicos de forma periódica.
Definir un estilo de liderazgo que permita enfrentarse a la demanda de compañeros de equipo, clientes, proveedores o inversores.
Generar un clima de trabajo cordial que aúne los objetivos del proyecto con las necesidades personales de los trabajadores, motivándolos y solucionando adecuadamente los conflictos que puedan surgir entre ellos.
Un jefe de proyectos, en definitiva, es un profesional que ha de saber adaptarse constantemente a las circunstancias. Por tanto, debe tener una mentalidad abierta y estar abierto a los cambios.